Los empresarios en Colombia se encuentran preocupados por el reciente anuncio del presidente Gustavo Petro durante su discurso en la Plaza de Bolívar, en el que dijo que ya tendría un plan para “reactivar la economía del país” y que este se daría mediante una ley de inversión forzada.
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El mandatario, tal como lo dijo, buscaría impulsar “proyectos de ley que generen una inversión forzosa en el sistema financiero privado colombiano con destino a créditos a la pequeña, mediana y gran industria de agricultura y turismo en Colombia”.
De qué se trata la inversión forzosa de Gustavo Petro que asusta a empresarios
Este tipo de inversión del que habló el presidente consiste, según La República, en una política que se implementa para estimular la inversión en determinados sectores económicos, mediante la cual se obligan a las empresas a invertir una parte de su dinero a proyectos del Gobierno.
Pero esta no es una medida nueva; según César Ferrari, superintendente financiero entrevistado por el mismo medio, este tipo de inversión se le ha impuesto a los bancos en Colombia desde hace 30 años; no obstante, habría que mirar con cierto cuidado la que propone el mandatario actualmente.
Si bien varios expertos del diario económico dicen que esta iniciativa ayudaría a muchas empresas y sectores de la economía, otros advierten que la medida, al ser forzosa, podría caerle mal a la inversión extranjera en Colombia, ya que muchos empresarios no están de acuerdo con que se les diga qué hacer con su dinero.
Lo anterior, advierten algunos, puede causar que la inversión salga del país, y la medida podría despertar miedo entre el empresariado extranjero que produce e la nación. No obstante, si se hace bien, esta opción puede beneficiar a muchos sectores, generando nuevas modalidades de crédito que les permita crecer.
En caso de que este procedimiento no se lleve a cabo de una buena manera, afirmó el economista Juan Carlos Echeverry a El Tiempo, las consecuencias las tendrían que pagar los “demás actores económicos que piden crédito. Familias y empresas, a las que les sube el costo del crédito por mayor margen de intermediación financiera”.
Por su parte el economista, profesional en Gobierno y docente de la Universidad de los Andes, Nicolás González, le dijo a Pulzo que esto podría traer efectos negativos al “darles menos libertad a las empresas para mover su capital como quieren“, lo que podría desatar una salida de inversión.
“La salida de la inversión, derivada de esta decisión, puede generar el efecto contrario a lo que espera el presidente”, dijo González.
No obstante, afirma el economista, “si el Gobierno sabe hacer una buena inversión del portafolio derivado de este dinero y las empresas sienten seguridad, podría haber un mayor desarrollo en el pequeño y mediano empresariado del país, que es el objetivo del mandatario”, aunque, según él, el Gobierno tendría que tener una muy buena capacidad de gestión de portafolios de las empresas para que esto salga bien.
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