Mejorar planteos tácticos
No solo por lo que pasó con Chile en la semifinal, también por lo vivido frente a Perú y a Paraguay. Contra ‘La Roja’ se apostó por el mismo 4-2-3-1 que se venía manejando, pero el rival no era cualquiera. Así fue como los extremos chilenos, sobre todo Fuenzalida, se bailó a Frank Fabra, jugador con poca marca.
En ese contexto habría sido mejor jugar con una línea de tres volantes de marca, como lo hizo Pékerman en Santiago por Eliminatoria, para proteger el medio campo y brindarle apoyo al lateral zurdo.
Contra Paraguay si bien se jugó el mejor primer tiempo de toda la Copa, el segundo fue desastroso porque Ramón Díaz ingresó a dos jugadores (Ayala y Benítez) quienes jugaron a la espalda de Torres. Pékerman, en vez de reforzar la función del jugador del DIM ingresando a Sánchez, eligió a Celis, quien no cuajó y por poco empatan.
Escoger mejor los jugadores
Los once que Pékerman usó regularmente para salir al campo no tienen discusión. Son, con algunas excepciones, los mejores que hay en sus posiciones. Sin embargo, al mirar al banco de suplentes, queda la sensación de que no había recambio.
Apenas cuatro delanteros, dejando por fuera hombres como Adrián Ramos, Teófilo Gutiérrez y hasta Dorlan Pabón, figura excluyente de Monterrey y que por alguna razón jamás fue llamado de nuevo a la Selección.
En el medio campo, sobre todo en la creación, Pékerman quedó debiendo. James y Cardona eran los llamados a generar fútbol, pero ninguno estuvo en su mejor nivel. De ahí que la apuesta de Andrés Roa fue un fiasco, pues ni siquiera jugó en el penoso experimento contra Costa Rica. Hombres como Vladimir Hernández o el mismo Cristian Marrugo están en un nivel mucho más alto.
En la defensa no hay mucho que discutir, pero lo ‘blandito’ de Aguilar y la constante inseguridad de Stefan Medina, teniendo a hombres como Daniel Bocanegra y hasta el mismo Zúñiga, parece un despropósito.
Tener autocrítica
Pékerman ha sido uno de los técnicos más exitosos de la Selección, pero constantemente ha venido presentando falencias que hay que decir. Los dos puntos anteriores son responsabilidad suya, pero difícilmente asume su parte.
Terminado el juego contra Chile atribuyó la derrota a la lluvia, el árbitro y errores propios. “Fuimos víctimas de jugadas adversas: un penal que no se cobró, la expulsión de un jugador que nos desequilibró, con un 2-0 abajo. Pero el equipo peleó bien hasta el final”. La autocrítica es necesaria para tomar mejores decisiones de cara al objetivo común: clasificar a Rusia-2018.
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No exponer jugadores
Lo que pasó frente a Costa Rica no se puede repetir jamás. Fue un equipo nuevo y un completo manojo de nervios; desde los más viejos (como ‘Rufay’ Zapata), hasta los más nuevos (sobre todo Aguilar). Es necesaria la renovación, pero no de esa manera. No soltarlos a todos juntos en la cancha sin hombres de experiencia y recorrido para respaldarlos.
No hay líderes
El hueco dejado por Mario Yepes y Faryd Mondragón aún no lo llena nadie. James, el que más se acerca a ellos, todavía no tiene la trascendencia dentro del grupo en el aspecto anímico. De lejos es el líder futbolístico, pero falta quien imponga rigor dentro de la cancha. Queda rezar porque Falcao se recupere, el único que podría llenar los zapatos del eterno capitán.
Falta fortaleza mental
Tanto en el juego frente a Perú como con Costa Rica, con el equipo A y con el B, el miedo le jugó una mala pasada a Colombia. En el primer caso el temor de quedar eliminados, sumado a un rendimiento bajo de jugadores como Cardona y Cuadrado, hizo que el fútbol de la Selección fuera muy pobre. Lo mismo que contra los ticos, donde le pasaron por encima a los novatos por no estar concentrados plenamente.
Hay con qué
No todo ha sido malo. La confirmación de baluartes como Ospina, Zapata, Murillo, Sánchez y James, más la irrupción de nuevos jugadores como Martínez, Marlos, Díaz y Pérez (que si bien no tuvo la mejor Copa, tampoco desentonó del todo), hacen mantener la ilusión.
Hay que tener en cuenta que a esta altura de la temporada el cansancio ya pasa factura en los jugadores. Quizá el que más quedó debiendo de todos fue Cardona, de estelar presente en México, pero que su fútbol le alcanzó hasta los primeros 45 con Paraguay. Ese pasaje es, por lejos, lo que más promete. La tarea es que los buenos momentos de juego se alarguen y las lagunas se acorten.
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