Pacquiao, que peleó por primera vez desde su derrota ante Floyd Mayweather el año pasado en la llamada “Pelea del Siglo”, derribó a Bradley dos veces en camino a una cómoda decisión unánime.
Los tres jueces en la arena MGM Grand Garden le dieron a Pacquiao sendas tarjetas de 116-110.
Pacquiao, de 37 años y ex campeón en ocho divisiones, insistió en que esta pelea -66ª de su carrera- sería su última antes de concentrarse en su carrera política en Filipinas, donde competirá por un escaño en el Senado el próximo mes.
Pacquiao cumplió con su palabra y destapó algunas fuertes combinaciones que abrumaron por completo a Bradley.
Una ronda de apertura cautelosa dio la sensación de estar ante una batalla táctica, con Bradley manteniendo su distancia mientras toreaba al agresivo Pacquiao, quien tiró 33 golpes por 19 de Bradley en ese asalto.
Las siguientes tres rondas siguieron un patrón similar, con Pacquiao buscando el combate y acechando sin descanso a Bradley, desembarcando los golpes más significativos del tramo.
Bradley aterrizó golpes válidos en ocasiones, pero fue Pacquiao el que hizo el mayor daño, al aterrizar una izquierda recta que estremeció la barbilla del estadounidense en la segunda ronda.
Bradley comenzó con confianza la quinta vuelta, pero de nuevo su buen trabajo fue deshecho por Pacquiao en el último minuto cuando el filipino destapó una serie de combinaciones sólidas.
Un cansado Bradley regresó a su esquina para ser advertido por su entrenador Teddy Atlas, quien le gritó: “¿Estás bromeando?”, pero el púgil de 32 años parecía ya algo cansado.
En el séptimo, Pacquiao estiró su ventaja aún más, al anotarse una caída con un gancho de derecha al mentón, que envió a Bradley a la lona.
Bradley respondió con valentía en la octava vuelta, sin embargo, Pacquiao replicó con un gancho de izquierda y mantuvo las riendas del combate.
La respuesta de Pacquiao en el noveno cuadro fue enfática, atrayendo a Bradley a una esquina e imprimiéndole un gancho de izquierda que hizo tambalearse al estadounidense.
Otro gancho de izquierda envió a Bradley por segunda vez a la lona, consolidando el inminente triunfo de Pacquiao, que terminó más fuerte y tan agresivo que como empezó.
Pacquiao, que mejoró su foja a 57-6-2, se llevó una bolsa de 20 millones de dólares por este triunfo, mientras Bradley recibió aproximadamente la mitad.
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