En él se ve cómo Cristiano Ronaldo, quien marcó el gol del triunfo, vive los minutos después de la victoria.
En su camino se encuentra con varios compañeros y algunos rivales, como Sergio Busquets, a quien saluda con un golpe en la espalda, e Iván Rakitic, a quien sí le da la mano.
Luego, algunos metros después y acompañado con los cánticos de “vamos, carajo” de Sergio Ramos, ingresa al vestuario y ahí la euforia estalla. El primero que le espera es el entrenador, Zinedine Zidane, que tiene una sonrisa de oreja a oreja. También se escucha a alguien gritando “vamos, la p… de oro”.
Los tres puntos en el Camp Nou no solo significaron quedar a 7 del líder Barcelona, sino un golpe anímico para el remate de temporada, donde no pierden la esperanza de llevarse la Liga y ganar la undécima Champions.
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