Los datos están contenidos en el reporte científico llamado ‘Brewing Storm’ (Tormenta del Café), encargado por la organización Fairtrade Australia & New Zealand (Comercio justo Australia & Nueva Zelanda), divulgado en los últimos días.
Se calcula que la industria mundial del café mueve unos 19.000 millones de dólares, y sirve 2.250 millones de tazas de café al día.
Obviamente, la reducción de la producción se reflejará en un incremento de los precios y en una desmejora dramática en las condiciones de vida de 125 millones de personas que derivan su sustento de la cadena de valor del café en 70 países, productores y consumidores.
“En Colombia, el hongo (la roya) está siendo reportado en regiones montañosas previamente muy frías para que sobreviviera”, dice el informe. Y en uno de los mapas se lee: “ascenso pronosticado de 2.5 grados centígrados para el 2050: 60% de la tierra agrícola dañada”.
“Nuestra preocupación es sobre todo los 25 millones de agricultores cuyos medios de vida dependen de esta materia prima global increíblemente importante. Estas son algunas de las comunidades más marginadas y pobres del mundo. Por lo general, viven con menos de 2 dólares al día y la mayoría tienen menos de media hectárea en la que están creciendo sus cultivos”, dijo Molly Harriss Olson, gerente de Fairtrade Australia & Nueva Zelanda, a ABC News de Australia.
En Colombia se cultiva café de la especia arábica, de la que el informe dice que “se desempeña mejor entre los 18 y 21 grados. Sobre los 23 grados centígrados, la plata crece demasiado rápido y los frutos muy pronto, dañando la calidad del grano, con la salud de la plata declinando con las prolongadas condiciones de calor. Incluso medio grado puede hacer una gran diferencia en los rendimientos del café, sabor y aroma”.
“Cómo el clima impactará a los cultivadores de café en las próximas décadas variará por región. Los científicos piensan que Nicaragua podría perder la mayoría de sus áreas cultivables de café para el 2050, y en Tanzania, la producción alcanzará niveles críticos para el 2060. Para el 2080, los científicos creen que el café ‘wild’, que es importante para la diversidad genética… podría extinguirse”, dice ‘The Guardian‘.
Para los consumidores de café, todo esto impactará el sabor, el aroma, y el precio, agrega.
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