Adolfo Martínez Carrillo, más conocido como Nerú, quedó sin amigos y los medios no lo volvieron a llamar luego de la controversial noticia. Su familia fue su único apoyo en su proceso de ‘conversión’ al cristianismo y a la heterosexualidad, informó Kien y Ke.
Nerú, que antes acostumbraba a ganar millones, ahora se dedica a estudiar teología y a dictar clases de baile y expresión corporal a domicilio. Cuenta que vive gracias a la ayuda de varias iglesias y que recibe ofrendas de 50.000, 80.000 y hasta 100.000 pesos.
Algunos creen que en cualquier momento Nerú volverá a ser homosexual, sin embargo, en la entrevista que dio al portal afirmó que nada en él ha cambiado desde que habló con La Red del canal Caracol.
“Sigo siendo esa persona que confesó haber dejado su homosexualidad aquel día. Creo que cada quien puede hacer con su vida lo que le parezca, yo todos los días aprendo y sigo estudiando. No extraño nada del Nerú del pasado, hice un cambio espiritual bien bonito, borré mi pasado e inicié una vida nueva”.
Además aseguró que en repetidas ocasiones trató de cambiar su condición de homosexualidad y que “desde niño estuvo condenado a la homosexualidad”, por culpa de los abusos sexuales que sufrió en su infancia.
Cuando le preguntaron si un homosexual nace o se hace, Nerú respondió que “cada quien tiene su propia versión. A mí me abusaron y me condenaron a ser gay. Otros dicen que nacieron, otros deciden que están en el cuerpo equivocado. No lo sé, son tantas historias; yo solo puedo hablar de la mía, porque es la que conozco”.
Afirmó sentirse completo y feliz y que puede ayudar a quienes se sienten identificados con su historia, “no predico que los homosexuales dejen de serlo, pero si se sienten como yo y quieren cambiar, les ayudaré”.
Luego de aquella polémica revelación, Nerú decidió no volver a revelar detalles de su vida amorosa y por el momento no se sabé si ya encontró alguna mujer que lo haga feliz.
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