El médico fue internado en la Clínica Monserrat, especializada en este tipo de casos, donde le fueron administrados medicamentos contra la ansiedad.
En su primera aparición pública desde que ocurrió el escándalo, Carrillo habló con el programa de Caracol Televisión La Red para entregar su versión de los hechos.
“Entré en un estado de depresión muy grande… no paraba de llorar (entre lágrimas). Yo dije: estoy muy mal, necesito ayuda”, dijo, y frente a la pregunta directa de si había pensado en el suicidio respondió: sí.
Cediel acusó a Carrillo de haberle inyectado en la cola biopolímeros, que le produjeron problemas médicos y sicológicos.
El médico, por su parte, asegura que a estas alturas todo lo que dice está respaldado por pruebas documentales que reposan en el expediente del proceso, que está en la antesala del juicio.
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“Son más de 4 años de reunir pruebas en todas las cosas que se han puesto en duda hacia mí: pruebas con respecto al producto… pruebas con respecto a mi idoneidad, pruebas con respecto a la paciente. Con este material probatorio… puedo estar es tranquilo”, dijo en La Red.
Carrillo se quejó del cubrimiento mediático del caso, en el que siempre –según él- se dijo hasta que ni era médico, ni contaba con registro.
En un relato lleno de lágrimas, Carrillo aseguró que cuando estaba en la cima de su carrera era casi parte de la farándula y las alfombras rojas, pero que luego de lo que ocurrió, nadie se quería juntar con él.
“Yo recuerdo cómo me abrazaban los famosos de este país, mis pacientes me amaban, me invitaban a las alfombras rojas. Pero cuando ocurre el escándalo, todo el mundo sale a volar (profesionales, médicos). Yo los entiendo…: la miseria no quiere andar con la miseria. En ese momento yo era miseria y nadie quería andar conmigo. Nadie fue capaz de decir ‘Martín es algo más que ese tal tema de las colas’. Cuando uno está de malas del cielo le cae la que sabemos –mier%#”#$%”, dijo.
Recriminó la falsedad de los famosos que le dieron la espalda, aunque parecía que su silencio quisiera dar el beneficio de la duda: “¿Por qué nadie escribe en las redes sociales que me conoce? ¿Por qué dejan que la gente diga que no soy ni médico? Yo no era ningún médico de garaje”, dijo.
Carrillo atribuyó a su homosexualidad muchos de los ataques de los que fue víctima: “En el tema de la homosexualidad la vulneración de derechos humanos está a la orden del día”.
Carrillo aclaró que él no era cirujano plástico, sino médico estético: “La aclaración la hago porque siempre que han hablado de mí… siempre han entrevistado a un cirujano plástico para que hable de mi idoneidad. Siempre los médicos estéticos hacíamos una dupla excelentes con los cirujanos plásticos porque cuando ellos operaban, nos enviaban los pacientes para hacerle su manejo posoperatorio. De hecho, muchas de las colas que yo hice fueron referidas por cirujanos plásticos de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, como consta en las historias clínicas”.
Agregó que su carrera y proyecto de vida quedaron destruidos. “Perdí todo, ni siquiera podía ayudar a mi familia”.
Carrillo intentó volver a la práctica médica, pero no lo logró. Relató un incidente con una reina de belleza que le pidió un relleno con ácido hialurónico en la que ella llegó al extremo de revisar hasta el registro sanitario de la jeringa que iba a usar.
“La relación médico-paciente se basa en la confianza. Desde ese momento dijo, no, yo no sigo luchando contra la corriente”, dijo.
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