Luego de permanecer varios días en cámara ardiente dentro de las instalaciones del Coliseo Yesid Santos, en el complejo deportivo del estadio Atanasio Girardot de Medellín, el cuerpo de Darío Gómez fue traslado hasta la Iglesia Santa Gema en la que se celebró una misa en su honor.

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Luego, sus restos fueron llevados al cementerio Campos de Paz donde se efectuó el sepelio. Allí, lo esperaban seis agrupaciones de mariachis quienes interpretaron varios de sus famosos temas como el infaltable ‘Nada es eterno’.

Y antes de llegar a su última morada, el féretro del ‘Rey del despecho’ fue custodiado por el Ejército Nacional.


Ya en el lugar de la inhumación se encontraban los familiares del artista de la música popular, quienes entre lágrimas se despidieron de Darío Gómez. Sin embargo, hubo alguien que no quería despegarse de su tumba, y se trató de Johana Vargas.

La mujer que se negaba en dejar la tumba de Darío Gómez

Luego de que los mariachis rindieran honores al cantautor, Vargas, la actual esposa del cantante, y quien inspiró varios de sus temas musicales, en medio del dolor, comenzó a cantar sola el tema ‘Amor eterno’.

Poco después, Daniela, nieta de Darío Gómez, se sumó a la interpretación de dicha canción, según relató Semana.

La ahora viuda de Gómez fue la última en irse del cementerio ya que no quería alejarse del hombre con el que compartió los últimos años.

De hecho, la mujer intentó cumplir todos los deseos que su esposo tenía ante la muerte, como el llevar sus dos perros, Abril y Bethoven, al funeral.