La mujer de 58 años tuvo un fugaz romance con el cantante en los años 80, durante la época en que colaboraron musicalmente y, de acuerdo con informes de RadarOnline, se acercó a Tyka Nelson, hermana de Prince, para solicitar el manejo de la fortuna del fallecido ícono del pop.
Sheila quiere proteger su legado a toda costa, pero parece poco probable que la familia vaya a permitirlo, aunque los amigos de Prince están presionando fuertemente para que Sheila esté en control”, dijo una fuente al medio.
Luego de que se conociera que no dejó un testamento, un juez delegó a un banco como el encargado de manejar sus ganancias, que de acuerdo con Infobae rondan entre los 300 y 500 millones de dólares.
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Aunque no se ha publicado un comunicado oficial, se cree que el dinero será dividido de forma equitativa entre sus hermanos y hermanas, aseguró Mirror.
Su hermana Tyka, ha dicho a los medios que existe la necesidad de que un experto sea el encargado de controlar la herencia y en este caso, Sheila E., no sería la indicada para hacerlo.
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