Chester Bennington, el cantante de la banda número uno del hard rock, Linkin Park, murió a los 41 años en un aparente caso de suicidio, informó este jueves la oficina forense.
Las autoridades de Los Ángeles fueron alertadas poco después de las 9 de la mañana del jueves 20 de julio sobre su muerte en su residencia y “se maneja como un posible suicidio”, dijo Brian Elias, jefe de operaciones de la oficina forense del condado.
Apenas horas antes de su muerte, el grupo había lanzado un video para su último single, “Talking to Myself”, cuya letra cobra ahora un nuevo significado.
La canción parece tomar el punto de vista de la esposa de Bennington, Talinda Ann Bentley, mientras le ruega que controle su adicción a las drogas.
Bennington se había animado en años recientes a hablar de su problemática infancia en Arizona. Dijo que había sufrido durante largo tiempo abusos sexuales por parte de un amigo de la familia y se inclinó por el alcohol y las drogas duras después de que sus padres se divorciaron cuando él tenía 11 años.
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El cantante –que se casó dos veces y tenía seis hijos– lidió toda su vida con la adicción a las drogas y su escasa autoestima.
“Fui golpeado y obligado a hacer cosas que no quería hacer. Eso destruyó mi autoestima”, declaró en 2014 al sitio de música británico Team Rock.
“Como mucha gente, tenía demasiado temor a decir nada. No quería que la gente pensara que era gay o que estaba mintiendo”, dijo.
Linkin Park tenía previsto iniciar una gira la semana que viene, que iba a incluir actuaciones en el estadio de béisbol Citi Field de Nueva York.
Un debut exitoso
Después de tratar sin éxito de dejar su marca musical en su Phoenix natal, un buscador de talentos escuchó su voz y arregló una audición en Los Angeles con Linkin Park.
La banda hizo química inmediatamente con Bennington, a pesar de su trayectoria diferente a la de Shinoda, un pianista con formación clásica y un título de diseñador gráfico.
La banda, que luchaba por mantenerse a flote antes de la audición de Bennington, cerró un acuerdo con la importante marca Warner y su debut, “Hybrid Theory”, se convirtió en un álbum que llegó a la cima de ventas en Estados Unidos en 2001.
El álbum, que vendió más de 10.000 millones de copias en Estados Unidos, incluía hits como “In The End” y “Crawling”, en los que Bennington revela su impotencia ante la adicción.
Linkin Park se transformó en una de las fuerzas más destacadas de la ola del llamado nu metal, que incorporó estructuras de pop y hip-hop.
Linkin Park publicó otros seis álbumes de estudio; todos ellos llegaron a la lista de los tres más vendidos en Estados Unidos.
El último álbum, “One More Light”, salió en mayo y constituyó un cierto cambio estilístico para Linkin Park con más influencia pop y electrónica.
Bennington se había unido en 2013 brevemente al grupo grunge Stone Temple Pilots ocupando el lugar de su vocalista, Scott Weiland, quien moriría de una sobredosis poco después.
Había declarado estar conmovido por la muerte en mayo de este año de otra estrella del grunge, el fundador de Soundgarden Chris Cornell.
En una entrevista con Music Week cuando salió el último álbum, Bennington dijo que se sentía muy frustrado con los fans que querían que la banda se mantuviera apegada a su estilo inicial.
Linkin Park ganó dos Grammy, incluyendo uno en una categoría de rap por su colaboración en “Numb/Encore” con Jay-Z.
El mundo del rock rindió tributo a Bennington, y Avril Lavigne, quien coincidió con él en el festival alemán Rock Am Ring, escribió en Instagram: “No lo puedo manejar. Una noticia horrible. Perder a uno de los mejores”.
Tambien en Instagram expresó su conmoción la diva del pop Rihanna: “Literalmente el talento más impresionante que he visto en vivo. ¡Vocalmente una bestia!”.
AFP
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