Así lo habrían indicado varias fuentes al citado portal, que fue quien dio a conocer la noticia de su muerte el pasado jueves 21 de abril.
De acuerdo con TMZ, “estas fuentes estaban bastante familiarizadas con la situación económica del artista” y contaron que Prince “se negó en repetidas oportunidades (y con pocas excepciones) a vender o comercializar su música en películas, shows de televisión o comerciales”, que es una forma de ganar dinero a la que recurren muchos artistas.
Así las cosas, los recursos de Prince en el momento de su muerte dependían casi que exclusivamente de sus conciertos o presentaciones, pero en ese sentido el artista también era inconstante y dependía de su estado de ánimo que muchas veces lo llevaba a cancelar las presentaciones, reseña TMZ.
Así mismo, el tabloide británico Daily Mirror recoge unas declaraciones de Maurice Phillips, cuñado del autor de ‘Purple Rain’, en las que asegura que Prince había estado despierto durante más de seis días y medio antes de que su cuerpo fuera encontrado en un ascensor.
Estuve con él justo el último fin de semana. Trabajó 154 horas seguidas”, señaló el marido de Tyka Nelson, hermana del músico.
El tabloide apunta además que Prince podría haber estado tomando altas dosis del analgésico Percocet, “lo que se cree que podría haberle provocado una sobredosis a bordo de su jet privado”, cinco días antes de su muerte.
En casos extremos, los usuarios de este medicamento que requiere prescripción médica dicen que les mantiene despiertos, en especial cuando se mezcla con otros medicamentos”, afirma el diario británico.
Según esa misma fuente, las autoridades podrían haber descubierto “diversos medicamentos con receta” en la residencia de Prince.
El domingo se incineraron en una ceremonia privada los restos mortales del cantante, cuya autopsia se completó el viernes.
La policía estadounidense ha advertido que determinar la causa de la muerte llevará “varios días” y los resultados de las pruebas toxicológicas podrían demorarse “durante semanas”.
Las autoridades responsables de la investigación han adelantado que no tienen motivos para creer que la muerte a los 57 años del músico fuera un suicidio.
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