Cuando su dueña despertó una mañana, encontró la sala cubierta de plumas que llegaban hasta los pasillos y que la fueron guiando por el camino que había recorrido el responsable del acto, retomó The Dodo.
La mujer siguió las plumas hasta encontrarse con sus 3 perros, que con sus caras y actitud darían pruebas para resolver este caso.
El primero llamado Fenway, lucía muy tranquilo y sin culpa, luego se encontró con Brittany, una perra de 13 años que no causa ningún tipo de problema, y finalmente llegó donde Jackson, que no pudo ocultar su cara de culpa.
Sus orejas bajas y mirada esquiva lo delataron, además su boca estaba llena de plumas y motas blancas.
Así, su dueña descubrió al culpable, que seguro pasó un buen rato destruyendo las suaves almohadas.
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