Además de sentir que les están evadiendo su espacio, estar aprisionados entre los brazos de un humano, los hace sentir acorralados e inmovilizados.
Así que si usted tiene un perro y lo abraza constantemente, fíjese en algunos de sus movimientos corporales que le pueden estar dando una señal de rechazo.
Bajar las orejas, tensionarse, evadir la mirada, lamerse varias veces y cerrar los ojos son algunas pistas que su perro le está dando para hacerle saber que no desea ser abrazado, informó NY Mag.
Así lo asegura un estudio publicado en el diario Psychology Today realizado por Stanley Coren, experto en el comportamiento animal e investigador de la Universidad Británica de Columbia, que en contra de lo que muchos dueños de perros dicen, determinó que a ellos el contacto físico les genera estrés.
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El investigador se puso en la tarea de buscar 250 fotos en distintas redes sociales en las que las personas suben fotos con sus perros. Con estas, él y otros investigadores detectaron a través de los comportamientos corporales que el 82% de estos se muestra incómodo y con signos de estrés y ansiedad.
Aunque a los humanos les encanta sentir el calor de sus mascotas y mostrarles su aprecio con abrazos, Coren explicó:
Los perros son animales técnicamente cursos, que es un término que indica que están diseñados para un funcionamiento rápido. Esto implica que en momentos de estrés o amenaza la primera señal de defensa no es utilizar sus dientes, sino su capacidad de huir. Los conductistas creen que privar a un perro de ese curso de acción inmovilizándolo con un abrazo puede aumentar su nivel de estrés y, si la ansiedad del perro se vuelve significativamente intensa, que puede morder”.
Por esto, los expertos recomiendan darles un espacio y evitar realizar acciones que les puedan incomodar y hacer sentir amenazados.
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