Los espolones son formaciones óseas, que cuando se ubican en los talones, molestan al caminar.
No obstante la excusa médica de Donald Trump para evitar ir a la guerra, el diario The New York Times dice que la exención era temporal, pues el hoy candidato presidencial debía hacerse un segundo examen en caso de ser llamado a prestar servicio militar, un examen que nunca se hizo.
Luego de esta primera condición médica para no ir, el atlético Trump, que mide 1,89 m y en aquella época era deportista, logró que no lo enviaran a Vietnam en cuatro oportunidades más, aduciendo que estaba estudiando, por lo cual obtuvo exenciones para enlistarse en el servicio militar durante cada año de su secundaria (son cuatro años).
Hoy en día, Trump dice que en esa época no estaba de acuerdo con una guerra que, según él, se la habían inventado los políticos, pero asegura que “si me hubieran llamado, habría ido”.
Respecto de los espolones, Trump ha dicho que eso “le hubiera impedido hacer caminatas largas en las selvas de Vietnam”; y cuando le preguntan hoy por esas calcificaciones, dice que ya desaparecieron, aunque le cuesta trabajo recordar en qué pie fue que las tuvo, o si fue en los dos talones.
El tema de la experiencia militar del candidato republicano ha sido muy comentado en las últimas semanas, luego de los intercambios de ‘dardos’ entre el padre de un veterano de guerra musulmán muerto en Irak y Donald Trump. El padre del soldado muerto en cumplimiento de su deber dice que para el magnate las cosas en la vida han sido fáciles y que jamás se ha sacrificado por nadie.
Después del intercambio de críticas, Trump salió a decir que el veterano era un héroe nacional, como retractándose de los ataques verbales que anteriormente había hecho.