Durante esta llamada, “el asesino hizo declaraciones homicidas con escalofriante calma, de forma deliberada”, dijo en conferencia de prensa Ron Hopper, oficial del FBI.
El atacante de 29 años “se identificó como un soldado islámico y juró lealtad a una organización terrorista”, añadió el oficial, sin mencionar nombres.
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Inicialmente, las autoridades no divulgaron el audio completo de la llamada “por respeto a las víctimas de esta horrible tragedia” y, en el texto que entregó a la prensa, omitió la identidad del atacante y del grupo al cual éste dijo pertenecer.
“No vamos a propagar la retórica de la violencia”, explicó Ron Hopper.
Pero esta decisión fue duramente criticada por el gobernador de Florida, Rick Scott, quien cargó contra la fiscal general Loretta Lynch por haber eliminado las referencias al EI.
“Todos buscamos respuestas, ¿por qué (la fiscal) no divulgó todo?”, dijo Scott en una entrevista al canal Fox. “Esto está claramente inspirado en el EI. Es resultado de islamismo malvado y radical. Tenemos que llamarlo por su nombre”.
Tras un aluvión de críticas en este sentido, el Departamento de Justicia cambió de parecer y divulgó más tarde el lunes una transcripción sin omisiones.
“Juro lealtad a Abu Bakr al Bagdadi, Dios lo proteja (en árabe), de parte del Estado Islámico”, dice Mateen en la segunda versión del texto.
“Estoy en Orlando y cometí el tiroteo”, dice el joven estadounidense de origen afgano al iniciar su comunicación con el 911.
Las autoridades afirman no tener evidencia por el momento de que las acciones del hombre de 29 años hayan estado dirigidas por un grupo terrorista.
El jefe de la policía de Orlando, John Mina, indicó en la rueda de prensa que en las cerca de tres horas que duró el episodio, la policía pasó de considerar el ataque como “una situación de tirador activo” a “una situación de hombre armado con rehenes”.
La transcripción pone en evidencia que, cuando ingresó la policía al club Pulse minutos después de iniciado el ataque, Mateen se atrincheró en un baño con un grupo de personas.
De acuerdo a John Mina, durante esas tres horas no hubo intercambio de disparos. El tiroteo se reanudó cuando comenzó la operación de rescate de rehenes y el atacante fue ultimado.
Durante ese intervalo, el equipo de negociación de la policía de Orlando sostuvo tres conversaciones con el atacante.
La policía respondía así a las críticas que han surgido en los últimos días según las cuales la fuerza actuó con ineficacia por permitir que tuviera lugar este largo impasse, durante el cual algunas personas heridas podían haberse salvado.
“Hay esta idea equivocada de que no hicimos nada durante tres horas y estoy tratando de dejar claro que esto es absolutamente falso”, dijo Mina.
En la transcripción provista por el FBI, así como en la rueda de prensa, el nombre de Mateen, un estadounidense de 29 años de origen afgano, no es mencionado.
AFP
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