Cuando perdió la forma de su rostro, Hardison estaba apagando un incendio en Mississippi, cuando de repente el techo del lugar en el que estaba se vino abajo. Lo único que pudo hacer fue cerrar sus párpados y sostener la respiración, lo que le valió para salvar sus ojos y pulmones, según relata Independent.
Desde entonces, el hoy hombre de 42 años tuvo que mantenerse enclaustrado en su casa, al tiempo que le hicieron 72 cirugías reconstructivas. Las heridas que le quedaron fueron tan graves que tuvo que aprender a dormir con los ojos abiertos, porque sus párpados desaparecieron.
Sin embargo, el año pasado Hardison recibió el trasplante de rostro. El donante fue David Rodebaugh, un joven de 27 años oriundo de Ohio, que murió en un accidente de bicicleta. Su rostro fue bien recibido físicamente por el paciente, según el NYU-Langone Medical Centre, responsable de la cirugía.
Esta imagen muestra la evolución que ha tenido Hardison después de la cirugía:
Desde entonces, el cambio en su vida ha sido abismal, al punto que Patrick pudo volver a conducir y salir a la calle sin necesidad de estar acompañado. Incluso, pudo ir a Disney World con sus 5 hijos, donde disfrutó de una piscina por primera vez desde 2001.
Por eso, Patrick no ha ahorrado palabras a la hora de expresar su gratitud con la madre del donante. “No puedo expresar gratitud suficiente”, dijo en una entrevista con ABC News.
Es increíble. Y no creo que ella sea consciente de todo lo que nos ha dado a mí y a mi familia, especialmente a mis hijos. Ella nos ha devuelto la vida. Ella perdió a su único hijo”, declaró el bombero.
Alison, hija de Patrick, escribió en su blog sobre la experiencia de recuperación de su padre, a quien le preguntó por una cosa que él hubiera aprendido después de la trascendental cirugía. El respondió: “Disfruta la vida”.
LO ÚLTIMO