Según los médicos, al antiguo buzo peruano su organismo produjo el nitrógeno, que se aferra firmemente entre los músculos y no es sencillo extraerlo mediante cirugía, debido a que realizó ascensos demasiado vertiginosos desde las profundidades del océano, señala el portal RPP.
Esta rara enfermedad, un caso único pues a otros buzos los rápidos ascensos los habría matado, según reporta La Gaceta, comenzó hace 4 años, le deformó el cuerpo a Ramos Martínez, le generó fuertes dolores y le produjo cierto grado de discapacidad física.
El hombre es objeto de estudio por parte de un equipo médico, que como paliativo para el dolor, lo pone en una cámara hiperbárica para que el oxígeno lo alivie.
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La Gaceta reporta que las bolsas ubicadas en los hombros, los brazos y parte del abdomen le han agregado 30 kilos de peso, con lo que ello significa en cansancio, desgaste de articulaciones y malformaciones en los huesos.
Otro de los efectos colaterales no deseados luego de sus inmersiones en profundidad son hipertensión y una lesión en la cadera. Por lo pronto, los médicos de la Sociedad Peruana de Medicina Hiperbárica dicen que aún no consideran la cirugía como un tratamiento efectivo para esta enfermedad, pues el nitrógeno está regado por las fibras musculares.