La convención empezará oficialmente a las 13:00 locales en Cleveland (Ohio), una ciudad de 400.000 habitantes inmersa bajo fuertes medidas de seguridad, atizadas por los recientes ataques a policías y a la espera de numerosas manifestaciones.

Trump ya ganó la nominación republicana y se enfrentará el 8 de noviembre a la demócrata Hillary Clinton por la Casa Blanca, pero los cuatro días de feria partidista pondrán bajo los reflectores la complicada relación del empresario neoyorquino y el “Grand Old Party” (GOP), en el que Melania Trump, esposa de Donald, tendrá un rol estelar desde el primer día.

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Las fuerzas de seguridad están en alerta desde los ataques de Orlando (Florida), Niza (Francia), así como la muerte la semana pasada de cinco policías de Dallas (Texas) y otros tres el domingo en Baton Rouge (Luisiana), asesinados por un veterano de Irak.

El complejo donde se realizará la feria política republicana, el Quicken Loans Arena, en el centro de Cleveland, y el vecino centro de prensa que acogerá unos 15.000 periodistas, están completamente aislados.

La policía, omnipresente, patrulla en auto, a pie, en bicicleta o a caballo en esta ciudad peinada por la fuerte brisa del lago Erie, bajo un trasfondo de violencia racial e incertidumbre global que solo parece amplificar el mensaje de Trump, quien se asume como el candidato de “la ley y el orden”.

Tras el ataque del domingo en Baton Rouge, Trump escribió en Twitter que Estados Unidos se ha convertido en un “escena del crimen dividida”, y dijo que los enemigos de la potencia mundial miran cómo estadounidenses matan a policías.

Este lunes el general retirado Michael Flynn y la senadora Jodi Ernst tomarán su turno en el escenario para reforzar el mensaje de seguridad de Trump.

La convención de Trump

Pero el empresario tiene preocupaciones más inmediatas. Su verbo cáustico y estilo heterodoxo, sin olvidar su inexperiencia política, han surcado profundas divisiones en el Partido Republicano.

“Será una convención muy personal”, dijo el jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, al explicar el programa.

Melania, una exmodelo nacida en Eslovenia, 24 años más joven que Trump, y los cuatro hijos adultos del magnate, serán desplegados durante la convención para ofrecer el rostro humano de Donald e intentar atraer votantes moderados.

Su selección de Mike Pence, gobernador del estado norteño de Indiana de posturas antiaborto y antigay, como su compañero de fórmula y candidato a la vicepresidencia parece haber tocado la nota correcta en la corriente conservadora del partido, aunque el millonario pareció vacilar en su decisión.

En una primera entrevista conjunta, Trump omitió explayarse sobre Pence y en cambio reconoció, en una forma menos que entusiasta, por qué lo eligió.

“Una de las razones es la unidad partidista, así que mucha gente ha dicho ‘unidad partidista’. Porque soy un outsider”, afirmó.

Entusiastas del #NeverTrump siguen prometiendo una última batalla en los pasillos de la convención, pero Manafort insistió en que había unidad. “Esta es la convención de Trump. El partido está unido”, dijo.

“Son unos pocos que resisten y no reflejan nada más que su opinión personal”, añadió.

En las calles, la policía se prepara para más manifestaciones en Cleveland, donde fracciones a favor y en contra del magnate tienen previsto marchar este lunes.

En tanto, más de cien mujeres posaron desnudas el domingo en esa ciudad atendiendo el llamado del fotógrafo Spencer Tunick de conjugar arte y política para mostrar a Trump como incapaz de ocupar la Casa Blanca.

La ley de Ohio permite el porte visible de armas, añadiendo otro ingrediente al miedo a que se desate la violencia en Cleveland, que, previendo un posible descontrol de la situación, obtuvo un seguro antiprotestas por 50 millones de dólares.

AFP

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