El secuestrador, identificado como el egipcio Seif Eldin Mustafá, dejó primero en libertad a los 55 pasajeros y horas después a los 7 tripulantes, antes de salir del avión con las manos en alto.
El avión que había salido desde Alejandría con destino a El Cairo fue desviado a Lárnaca, donde aterrizó a las 07.50 hora local (04.50 GMT).
Tres horas después Mustafá liberaba a todos los pasajeros, entre los que había 21 extranjeros.
Su móvil permanece incierto hasta el momento, pues al principio tan solo se informó de que exigía entregar una carta a su exesposa, una chipriota que vive cerca de Lárnaca y que posteriormente acudió hasta allí a petición de la policía.
Sin embargo, horas después la policía confirmó que además exigía la puesta en libertad de varias mujeres encarceladas en Egipto.
El director general del ministerio de Asuntos Exteriores Aléxandros Zinon describió a Mustafá como una persona “psicológicamente inestable” y señaló que la policía había buscado una solución negociada al secuestro.
Al mismo tiempo, las autoridades analizaban el contenido de la carta que el secuestrador había arrojado desde el avión a la pista para que se le entregara a su exesposa. Mustafá había abandonado Chipre en 1994.
Según indican los medios locales, la carta de cuatro páginas escrita en árabe pasó al servicio de traducción oficial.
EFE
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