El columnista Ken Brenkert, sacerdote jesuita (de la misma orden que Francisco) le jaló las orejas a la Iglesia por omitir referirse con nombre propio a la masacre de la discoteca gay de Orlando, EE. UU., reporta The Daily Beast.
Brenkert insta a la iglesia, en cabeza de Francisco, a aceptar que este no es un crimen común, sino que fue en contra de una parte de la población, población que está vulnerable en el mundo, como es la comunidad LGTB.
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El sacerdote de Nueva York les pide que dejen de ser tan genéricos en sus menciones a la masacre: “¿Qué les cuesta mencionar algunos de los nombres?” y les pide a los sacerdotes gais que se pronuncien ante tal abominación como fue la masacre de la discoteca Pulse.
Para el autor de la nota, Francisco no está cumpliendo con la promesa de abrirles los brazos de la iglesia a los gais, y aún está muy lejos el día que los dejen comulgar y que no los sigan considerando “que viven en pecado”.
El escritor culmina su artículo diciendo: “La amistad se basa en el amor, y el papa Francisco aún no ha revelado su amor. Ahora es tiempo de mostrarlo y ser un ejemplo para el mundo”.
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