A pesar de que su cargo en la firma Interparfums era el de ‘responsable de servicios generales’, sus tareas se reducían a prácticamente ninguna, al punto de que en ocasiones sus jefes le pedían que les hicieran favores personales y eventualmente llegaron a decirle que se fuera para su casa y que lo llamarían cuando hubiera algo para hacer, informa CNN.
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Tal vez a cualquier otra persona no le molestaría que le pagaran 3.500 euros mensuales por no hacer nada, pero para Desnard, de 44 años, la situación devino en un caso de ‘bore-out’, un término que se refiere al aburrimiento extremo, similar al ‘burn-out’, el desgaste por exceso de trabajo.
En 2014, luego de 8 años en la compañía, Desnard tuvo varios problemas de salud: de acuerdo con el diario francés Libération, desarrolló un síndrome ansioso-depresivo, tuvo crisis de epilepsia, una úlcera y un accidente de tráfico que lo dejó temporalmente en coma.
La defensa de Desnard alega que el hombre fue transformado profesionalmente en un “zombie”, por lo que exigen más de 350.000 euros en compensación por los daños causados.
Al respecto, el abogado de la compañía señala que “durante 8 años, Desnard nunca escribió un correo para decir que tenía algún problema”, que el aburrimiento puede ocurrirle a cualquiera y no es imputable al empleador.
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