Es la primera vez que Amnistía acusa específicamente a los trabajadores extranjeros en una obra del Mundial.
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Los responsables de la organización del Mundial declararon los problemas denunciados en el informe en materia de seguridad y sanidad ya han sido remediados.
La organización de defensa de los derechos humanos en Londres indicó que los trabajadores en el estadio Khalifa International -que acogerá los Campeonatos del mundo de atletismo en 2019- habían sido víctimas de trabajos forzosos.
Las empresas que los emplean mintieron sobre sus salarios, mientras que otros trabajadores no han sido pagados durante meses, además de verse hospedados en “campos sórdidos”, añadió.
Siete trabajadores no pudieron regresar a casa para ayudar a sus familias, tras el gran sismo de abril de 2015 en Nepal. “Es una Copa del Mundo basada en la explotación”, acusó Mustafa Qadri de Amnistía.
El informe, titulado “la cara horrible del lindo juego”, podría encender de nuevo las críticas internacionales contra Catar y acentuar la presión sobre la Fifa y su nuevo presidente, el ítalosuizo Gianni Infantino.
Amnistía asegura que investigó los hechos durante un año, hasta febrero de 2016, y que para ello entrevistó a 234 hombres, principalmente de Bangladesh, India y Nepal.
Según Amnistía, unos 228 trabajadores aseguraron que sus salrios eran inferiores a lo que se les había prometido. Algunos se habían endeudado para poder venir a Catar, del orden de 4.300 dólares por cabeza, así que no pudieron renunciar. A la mayoría de los trabajadores se les confiscó el pasaporte, algo desautorizado por la propia ley catarí.
AFP
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