De hecho, las noticias de la llegada del ‘ángel’ y el temor que provocara desórdenes en la localidad llevaron a la policía a investigar el caso. Pero cuando los detectives llegaron al pueblo se dieron cuenta de que no tenía nada que ver con una intervención divina.
“Cuando nuestros agentes llegaron, vieron que el ‘ángel caído’ era en realidad una muñeca, un juguete sexual”, dijo a la AFP el jefe de la policía local, Heru Pramukarno.
Pardin, un habitante del pueblo que como muchos indonesios no tiene apellido, encontró la muñeca el mes pasado cuando estaba pescando en las islas Banggai, en el centro de Indonesia.
El descubrimiento tuvo lugar un día después de un eclipse de sol en la zona, un fenómeno considerado espiritual en Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, lo que llevó a los habitantes a relacionar los dos eventos.
Luego Pardin llevó la muñeca, que estaba un poco desinflada, al pueblo. Su madre la rellenó de tela, la vistieron, le pusieron un velo y la sentaron en una silla.
La policía decidió intervenir porque temía que la llegada del ‘ángel’ provocara disturbios. “Oímos muchas historias, como que el ‘ángel caído’ estaba llorando cuando lo encontraron”, dijo Pramukarno. “Allí no tienen internet, no saben lo que es un juguete sexual”, aseguró.
Finalmente los agentes confiscaron la muñeca y la llevaron a la comisaría para evitar nuevos rumores.
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