Unos 13 millones de alemanes están convocados a las urnas en los estados de Baden-Wurtemberg (suroeste), Renania Palatinado (oeste) y Sajonia-Anhalt (este).
A las 13H00 GMT, 35,5% de los inscritos se habían desplazado a votar en Baden-Wurtemberg, contra 30,7% en la precedente elección de 2011, 35,4% en Sajonia-Anhalt contra 28,5% en 2011, et 56% en Renania Palatinado contra 43% hace cinco años.
“Voy a votar para darle una buena lección a la canciller por su política ante los refugiados” confió a la AFP Ulrich, de 78 años, elector de Magdeburgo, que eludió dar su nombre completo.
La cita electoral es la más importante desde que el país acogió el año pasado a más de un millón de migrantes.
“Estas elecciones son muy importantes. Servirán de prueba para la controvertida política del gobierno” con los refugiados, dijo a la AFP el politólogo Jens Walther, de la Universidad de Düsseldorf.
Alemania está en ebullición desde que abrió sus puertas en 2015 a un millón largo de solicitantes de asilo, en buena parte sirios que huyeron de su país en guerra y arriesgaron su vida cruzando el mar Egeo para rehacer su vida en Europa.
En un primer momento, la población se mostró muy hospitalaria, acogiendo a los refugiados en las estaciones de tren con comida, ropa y hasta peluches para los niños.
Pero desde entonces, la solidaridad parece haber dejado lugar al desconcierto, un giro acentuado por la indignación que generaron las agresiones sexuales cometidas por migrantes la noche de Año Nuevo en Colonia.
Al calor de este nuevo clima, el partido antiinmigrantes Alternativa para Alemania (AfD), creado hace apenas tres años, podría ser el gran ganador de la jornada, con entre 9% y 19% de intenciones de voto según las regiones.
“La campaña de odio de estas últimas semanas ha sido lamentable”, dijo a la AFP Ingeborg Klumpp, una jubilada de 74 años, que teme un buen resultado de AfD en su ciudad de Stuttgart (suroeste). No obstante, añade, Alemania “no es ningún país pobre” y “puede” acoger a los migrantes que lleguen.
Alternative für Deutschland, creado inicialmente como un partido contra el euro, ya está en el Parlamento europeo, y tras los comicios de este domingo podría tener representación en la mitad de los 16 parlamentos de los Länder alemanes.
En Sajonia-Anhalt, donde los sondeos le dan un 19% de votos, disputa la plaza de segunda fuerza política al partido de izquierda radical Die Linke.
Por su lado, Merkel multiplicó los mítines electorales para tratar de evitarle un batacazo a su Unión Cristiano-Demócrata (CDU), en particular en Baden-Wurtemberg, un feudo conservador en peligro, y en Renania Palatinado, donde la CDU está codo con codo con los socialdemócratas (SPD).
El sábado, la dirigente, criticada incluso entre los suyos por su política de puertas abiertas, insistió en su última intervención de campaña en el “deber” de los refugiados de integrarse en la sociedad alemana.
Al mismo tiempo, afirmó que las soluciones europeas prometidas desde hace meses reducirán el flujo de migrantes y ayudarán a calmar una crisis que ha hecho tambalearse su poder, por primera vez en diez años.
AFP
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