De esta manera, el estado del occidente de Estados Unidos se convertirá en el primero de todo el país que exija que en las etiquetas de los empaques del producto Round Up, que incluye glifosato, se aclare que potencialmente podría causarles cáncer a las personas, informa Deutsche Welle.
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Monsanto, conocido fabricante de productos químicos, presentó una apelación en la que argumenta que Round Up no causa cáncer, y que las etiquetas con la mencionada advertencia perjudicarán notablemente el los negocios de la empresa.
Según USA Today, en California ya habían tratado el año pasado de incluir el glifosato en la Proposición 65, un acto legal que les pide a los funcionarios del estado publicar una lista de químicos que causan defectos de nacimiento, cáncer y otros daños reproductivos. Monsanto apeló, pero perdió el caso.
Los reguladores correspondientes todavía tendrán que definir si en el producto hay una cantidad de glifosato suficiente como para que represente un peligro para las personas.
Michael Baum, abogado de personas que aseguran haber perdido seres queridos por culpa del glifosato, afirma que la lucha por “proteger a los californianos” todavía no ha terminado, mientras que Scott Partridge, de Monsanto, dice que desafiarán “agresivamente” la decisión”.