“Esta regulación tiene como propósito superar la crisis causada por la violencia sexual contra los niños. Estos crímenes han socavado el desarrollo de los niños y han perturbado nuestro sentido de la paz, la seguridad y el orden público”, dijo el mandatario Joko Widodo este miércoles, informa el New York Times.
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El decreto llega luego de que el país exigió el aumento de penas para los abusadores de niños tras el aterrador caso de una niña que fue violada y asesinada cuando iba de camino a su casa en Sumatra, un crimen por el cual 7 adolescentes fueron condenados a 10 años de cárcel cada uno, añade The Guardian.
La medida, que además de la castración química también contempla el aumento de la pena máxima para estos criminales a 20 años de cárcel y forzar a los convictos por pedofilia a utilizar aparatos de monitoreo electrónico luego de su liberación, entra en vigencia inmediatamente, aunque más adelante podría ser reversado por el parlamento.
Aunque la castración química ya sido utilizada en otros países –Australia, Rusia, Corea del Sur y EE. UU.– como una manera de reducir la libido de violadores y pedófilos, algunos escépticos cuestionan la medida como una solución demasiado sencilla al problema y como una forma de terapia, más que una cura.
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