Para Silva, conocer a Hoshino, fue un ‘flechazo’ instantáneo. “La encontré muy hermosa desde el primer momento en que la vi”, dijo al Daily Mail. Sin embargo, ella lo bloqueó al principio en el sistema de mensajería MSN, luego de que se conocieran por Internet, porque le parecía que Silva era “muy molesto”.
Pero un año y medio después, Hoshino, que trabaja como esteticista en su propio salón de belleza, decidió desbloquearlo y darle una oportunidad. 2 meses después, Silva viajó casi 300 kilómetros a Londrina, donde vivía Hoshino, para conocerla.
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A pesar de la distancia, comenzaron a salir, cuatro años después se mudaron juntos y actualmente viven como cualquier otra pareja “es solo que nuestra estatura es un poco más pequeña”, dice Silva, que trabaja como secretario legal.
“Lo mejor de nuestra relación es nuestra cercanía, la compañía mutua que tenemos”, añade él, mientras ella dice que tienen los mismos pensamientos e ideas, pero que también pelean como todas las parejas.
Sin embargo, también admiten tener dificultades con ciertos objetos que fueron diseñados para personas de estatura normal, como los cajeros automáticos, los baños públicos o los lavaplatos. Silva mide 88,3 centímetros y Hoshino, 89,4.
También han tenido que enfrentar discriminación y burlas en la calle. “Todos los días sales y ves gente que te señala, que susurra sobre ti, es normal. No lo puedes evitar”, dice Silva.
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