Ocho años después de hablar por primera vez en una convención partidaria, cuando su marido Barack Obama era candidato, Michelle mostró el lunes que tiene todos los elementos y el carisma para convertirse en una verdadera fuerza política.

Michelle defendió la candidatura de Hillary, otra ex primera dama, pero se permitió trazar un panorama histórico de lo que representa la llegada de una mujer a la Casa Blanca como jefa de Estado.

Para las propias hijas de Obama -Sasha y Malia- como para la hija de Clinton -Chelsea- se trata de un cambio generacional que no puede ser dejado de lado, dijo Michelle.

En opinión de la actual primera dama, la elección de noviembre “como cada elección en realidad se trata de quien tendrá el poder de dar forma a nuestros hijos por los cuatro y ocho años siguientes”.

“Hay una sola persona en quien confío para esa responsabilidad, la única que creo que está preparada para ser presidente de Estados Unidos en esta elección, y es nuestra amiga Hillary Clinton”, expresó.

En un mensaje directo al candidato republicano Donald Trump, Michelle pidió a los delegados que “no dejen que nadie les diga que este país no es grande, que tenemos que hacerlo grande nuevamente, porque ahora mismo este país es el mayor de la faz de la tierra”.

– Perspectiva histórica –

Sin embargo, añadió con la voz embargada, es necesario poner el perspectiva el progreso histórico para entender la trascendencia de dotar a las mujeres la posibilidad de llegar a la presidencia.

“Yo despierto todas las mañanas en un edificio que fue construido por esclavos. Y veo a mis dos hijas, dos bellas e inteligentes jóvenes muchachas negras, jugar con sus perros en el jardín de la Casa Blanca”, dijo la esposa del presidente Obama.

Por eso, añadió, “mis hijas y las hijas de todos ahora pueden considerar natural que una mujer puede ser presidenta de Estados Unidos”.

En un mensaje en la red Twitter, el presidente Obama apuntó que fue “un discurso increíble de una mujer increíble. No podría estar más orgulloso (…) Te amo, Michelle”.

La actual primera dama fue recibida y despedida con enormes ovaciones en la convención, sin distinciones de los bloques que apoyan a Clinton o que en la interna apoyaron al senador Bernie Sanders.

El propio presidente Obama ocupará el podio en la sesión del miércoles.

AFP