El Airbus A320, que cubría la ruta entre París y El Cairo, se precipitó al mar el 19 de mayo con 66 ocupantes a bordo, entre ellos 40 egipcios y 15 franceses, tras desaparecer repentinamente de los radares por causas que todavía se desconocen.´
Una embarcación de la compañía francesa Deep Ocean Search (DOS), que participa en las operaciones de búsqueda, “localizó varios sitios (…), donde se encuentran los restos de la carlinga”, anunció la comisión en un comunicado.
La embarcación “John Lethbridge”, equipada de un robot submarino capaz de localizar y recuperar cajas negras a gran profundidad, llegó el 9 de junio a Egipto para unirse a las labores de búsqueda en la zona donde cayó la aeronave, entre la isla griega de Creta y Egipto.
La comisión de investigación advirtió el lunes que las dos cajas negras dejarían de emitir señales el 24 de junio. Un navío de la marina francesa, el “Laplace”, había detectado el 1 de junio la señal de una de las cajas, aunque ninguna ha sido todavía recuperada.
La hipótesis del atentado, inicialmente manejada por Egipto, cedió terreno a la del incidente técnico. El aparato emitió dos alertas automáticas dos minutos antes de la caída, señalando humo dentro de la cabina de los pilotos y un fallo en el ordenador que gestiona los comandos.
Con AFP.
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