Una investigación publicada este martes por la revista Archives of Sexual Behavior (Archivos del comportamiento sexual), por ejemplo, y reseñada por ‘The Washington Post’, establece que a pesar de ser más abiertos en cuanto al sexo, “la probabilidad de que los ‘millennials’ más jóvenes –nacidos en los 90- sean sexualmente inactivos a comienzos de sus 20 es más del doble que la generación previa”.

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El periódico recuerda que investigaciones previas determinaron que los ‘millennials’ tienen menos compañeros sexuales, y han retrasado la iniciación sexual, si se comparan con las generaciones que los antecedieron; es decir, los llamados ‘baby boomers’ (1946-1964) y la Generación X (1965-1979).

Según el estudio Archives of Sexual Behavior, el 15% de los jóvenes entre 20 y 24 años no han tenido sexo. Otro estudio determinó que el promedio de compañeros sexuales de los milenials es 8 durante la adultez, comparado con 3 de los nacidos entre 1901 y 1924, los 11 de los ‘baby boomers’ y los 10 de la Generación X.

“Algunos expertos están preocupados de que la caída (de compañeros sexuales, edad de iniciación…) refleja la dificultad que algunos jóvenes están teniendo en la formación de conexiones románticas profundas. Citan posibles razones negativas para posponer el sexo, incluyendo la presión de tener éxito, vida sociales cada vez más conducidas a través de una pantalla, y expectativas no realistas de la perfección física estimulada por las aplicaciones de citas”, dice The Washington Post.

Sin embargo, retrasar el sexo no necesariamente es algo malo, ya que, según Stephanie Coontz, directora de investigación del Consejo de Familias Contemporáneas, esto puede demostrar que esta generación es más consciente de lo que significa el sexo consensual o no aceptan las presiones en este sentido. Las mujeres, particularmente, se sienten más empoderadas para decir ‘no’.

Otras explicaciones tienen que ver con que los ‘millennials’ son más selectivos y pueden estar teniendo sexo con un menor círculo de personas; son conscientes de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. 

Además, esta generación también puede ser más renuente a socializar ante la posibilidad de sufrir matoneo cibernético o ser amenazados con publicar fotos comprometedoras en Internet.

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