El Sumo Pontífice lamentó hoy que las sociedades actuales desplacen a estas personas porque son una carga económica en tiempos de crisis.

Jorge Bergoglio realizó estas reflexiones durante una multitudinaria misa que presidió en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en el marco del Jubileo dedicado a los enfermos y personas con discapacidad y dentro del Año Santo Extraordinario que finaliza el próximo noviembre.

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“(En ocasiones) es mejor tener a estas personas (discapacitadas) separadas, en algún ‘recinto’ o en las ‘reservas’ del pietismo y del asistencialismo, para que no obstaculicen el ritmo de un falso bienestar”, lamentó.

Condenó que se considere que “una persona enferma o discapacitada no puede ser feliz, porque es incapaz de realizar el estilo de vida impuesto por la cultura del placer y de la diversión”.

Y cargó contra las sociedades en las que “el cuidado del cuerpo se ha convertido en un mito de masas y por tanto en un negocio”, que acaban ocultando “lo que es imperfecto” porque “va en contra de la felicidad y de la tranquilidad de los privilegiados y pone en crisis el modelo imperante”.

En opinión de Bergoglio, comprender “el verdadero sentido de la vida” pasa por incluir “también la aceptación del sufrimiento y de la limitación”.

“El mundo no será mejor cuando esté compuesto solamente por personas aparentemente ‘perfectas’, sino cuando crezca la solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuo”, sostuvo.

“El modo en que vivimos la enfermedad y la discapacidad es signo del amor que estamos dispuestos a ofrecer”, agregó.

Para Francisco, “el modo en que afrontamos el sufrimiento y la limitación es el criterio de nuestra libertad de dar sentido a las experiencias de la vida, aun cuando nos parezcan absurdas e inmerecidas”.

“No nos dejemos turbar, por tanto, de estas tribulaciones”, concluyó.

En la plaza de San Pedro del Vaticano se congregaron miles de personas enfermas y con discapacidades, entre ellas, jóvenes con síndrome de down y con discapacidad intelectual.

Los enfermos y personas con problemas fueron los protagonistas de este evento y de hecho la primera lectura del Evangelio estuvo a cargo de un español con discapacidad, mientras que la segunda fue leída en braille por una menor ciega.

Además, todas las lecturas fueron traducidas en la lengua de signos internacional para las personas sordas y también se realizaron algunas representaciones teatrales de varias escenas del Evangelio para ayudar a los enfermos con discapacidades mentales a comprender las lecturas.

Los enfermos y las personas con problemas han sido desde el inicio del pontificado de Francisco una prioridad para Bergoglio.

En esta ocasión, con motivo del Jubileo de los enfermos, el Vaticano ha impulsado, a través de la Fundación Med Tag, la disposición de una serie de “puntos de salud” dirigidos a los más necesitados.

Estos “puntos de salud” han sido dispuestos en los alrededores de las cuatro basílicas vaticanas de Roma y ofrecen gratuitamente asistencia sanitaria, especialmente a las personas sin hogar.

En total, 350 voluntarios podrán asistir a más de 700 personas sin hogar con consultas de medicina general y de algunas especialidades, así como distribuir vacunas contra la pulmonía, una de las patologías más graves para estas personas.

Por su parte, las mujeres podrán efectuar la prueba de Papanicolau, importante para detectar el cáncer del cuello uterino