Este suceso es uno de los varios incidentes de individuos que han saltado las vallas que protegen la Casa Blanca en los últimos años, y que han motivado un aumento gradual de la seguridad en el perímetro de la residencia del presidente Barack Obama.

Hacia las 3:55 de la tarde (2:55 pm en Colombia), un hombre saltó la valla situada en el oeste del edificio ejecutivo de oficinas Eisenhower, en la calle 17″, explicó a Efe el portavoz del Servicio Secreto, Robert Hoback, en un comunicado.

El edificio Eisenhower es un gran inmueble gris situado junto a la Casa Blanca, en el que hay oficinas de varios altos funcionarios, incluido el vicepresidente Joe Biden, y desde el que puede accederse directamente a la residencia presidencial.

“La investigación inicial indica que el individuo huía de la escena de un robo que ocurrió cerca del área de la intersección entre las calles 17 y G”, precisó Hoback.

El individuo fue arrestado inmediatamente por agentes del Servicio Secreto, pero el incidente provocó que se activara un protocolo de seguridad en la Casa Blanca durante alrededor de media hora, por el que se ordenó al personal y los periodistas que no se movieran del lugar donde se encontraban.

El Departamento de Bomberos de Washington informó en su cuenta oficial de la red social Twitter que había trasladado al individuo que causó el incidente a “un hospital cercano” para que se le evaluara, porque se quejaba de haberse herido en la mano al saltar la valla.

En septiembre de 2014, un veterano de Irak armado con un cuchillo e identificado como Omar J. González saltó la valla principal de la Casa Blanca y llegó hasta la primera planta de la residencia presidencial antes de que el Servicio Secreto lo detuviera, algo por lo que fue condenado a 17 meses de prisión.

Ese incidente perjudicó notablemente la reputación del Servicio Secreto y motivó la dimisión de la directora de esa agencia encargada de garantizar la seguridad del presidente de EE.UU., Julia Pierson, además de aumentar notablemente las medidas de protección en el perímetro de la residencia.

EFE