En marzo de 2013, Weaver-Gates logró que su familia y sus compañeros de la universidad le creyeran que había sido diagnosticada con leucemia linfocítica crónica, informa el Washington Post.
Con el tiempo, la noticia de que estaba enferma involucró a más y más personas a través de las redes sociales y durante los dos años que duró su engaño, Weaver-Gates le pidió a su hermana que la llevara en varias ocasiones a recibir el supuesto tratamiento de quimioterapia y la hacía esperar en otro lugar de 6 a 8 horas mientras ella daba vueltas por el hospital.
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También se afeitó varias veces la cabeza, andaba en silla de ruedas y escribía en redes sociales sus supuestos progresos con la enfermedad.
Sus amigos reunieron dinero para su tratamiento a través de varios eventos, algunas veces incluso fueron de puerta en puerta a pedir dinero para Weaver-Gates, que lo depositaba en su cuenta.
En 2015 la joven fue coronada como Miss Pennsylvania y fue aclamada por los organizadores del concurso de belleza mientras luchaba contra el cáncer.
Sin embargo, algunos empezaron a sospechar luego de que el cabello le creciera poco después de que se le ‘cayera’, o de que no permitiera que la acompañaran a los tratamientos.
La policía recibió un reporte anónimo de que algo no cuadraba en la historia y luego de investigar encontraron que en ninguno de los hospitales en los que ella decía haber sido tratada había reportes al respecto.
En agosto pasado fue arrestada, se le retiró la corona y se le ordenó que devolviera todo el dinero que había reunido. En junio se declaró culpable de los cargos y le dijo al juez que había fingido la enfermedad para obtener atención y el pasado martes finalmente fue sentenciada a entre 2 y 4 años de cárcel.
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