Para evitar semejantes tentaciones, el párroco Carlos Scarlata, de la iglesia San Isidro Labrador, de Zárate, a 90km al noroeste de Buenos Aires (Argentina), colgó un letrero al ingreso del templo para advertir a los fieles con fotos cuál es la “vestimenta cristiana”.
“Vestimenta no permitida dentro del templo: minifalda, ropa ajustada, shorts, musculosas, puperas (camiseta para exhibir el ombligo), transparencias y pantalones ajustados”, dice el enorme letrero con didácticas fotografías y letras en rojo.
“Tener una calza (legging), una mujer, es estar mal vestida. ¿Vos no sos hombre? ¿No sentís nada? Los hombres que están atrás de una calza… el ‘tipo’ empieza a mirar para todos lados, porque (la mujer) insinúa, porque está excitando”, dijo a la prensa el religioso.
La iniciativa también explica a las feligresas cuál es la ropa considerada decorosa para entrar a la iglesia como digna cristiana: “Ropa suelta, sin escotes, con mangas y falda abajo de la rodilla”.
“Esta es la casa de Dios y la puerta del cielo!!”, recuerda el letrero que cita un versículo de la Biblia atribuido a Timoteo (2,9): “Que las mujeres se vistan de ropa decorosa con pudor y modestia”.
También colgó un cartel dirigido a los hombres a los que les advierte que no pueden ir en pantalones cortos o camisas sin mangas.
Consultado por la prensa a la puerta de su iglesia el cura increpó con fastidio a uno de los periodistas.
“¿Vos no sentís nada cuando pasa una mujer? ¿Vos sos hombre? ¿Qué psicología tenés vos? Si Dios te dio la gracia…”, le dijo el religioso para estupor de los cronistas.
El cura terminó la entrevista en forma abrupta al aducir que debía ir a una cita con el obispo, justamente a raíz de su polémica iniciativa.