En medio de la frustración y la ira de la minoría negra de EE.UU. por los presuntos abusos policiales que sufre esta comunidad, las redes sociales han servido como catalizador al difundir de manera inmediata estos eventos.
“La crisis en curso sobre la brutalidad policial contra las minorías raciales en EE.UU. se ha desencadenado ahora gracias a los vídeos de los teléfonos inteligentes publicados por los ciudadanos”, explica a Efe el profesor de Historia y Ciencia Política de la Universidad del Sur de California, Philip J. Ethington.
“Pero es por desgracia solo el último episodio de una larga historia de este tipo de represión gubernamental”, advierte el experto.
Pese a contar con el primer presidente afroamericano de la historia del país, la desigualdad que viven las minorías, no solo la negra, se ha acentuado en los últimos años como consecuencia de la crisis económica que sacudió a EE.UU. en la última década y, a juicio de los analistas, han sido casi inexistentes las medidas reales tomadas para cerrar esa brecha.
Según Christian Davenport, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Michigan, EE.UU. no ha logrado abordar “la cuestión de tener una democracia política con la gran cantidad de libertades que eso conlleva”, teniendo unas fuerzas de seguridad armadas que “se cobran vidas humanas”.
Y es que el recrudecimiento de la tensión racial ahora es más visible, como también demostraron recientemente los casos de violencia policial contra negros en Ferguson o Baltimore, sin embargo no se trata de un problema nuevo.
“La brutalidad policial contra las minorías raciales fue la ‘causa’ de la rebelión de Watts de 1965, y también la del Levantamiento de Los Ángeles de 1992”, recuerda Ethington sobre otros episodios de disturbios y protestas raciales en EE.UU.
El Levantamiento de Los Ángeles, que tuvo lugar durante casi una semana, llevó a miles de personas a las calles cuando un jurado absolvió a cuatro policías locales por el uso excesivo de la fuerza tras haber dado una paliza a Rodney King, un conductor negro, durante su detención después de una persecución por carretera.
Aunque Ethington consideró que se han hecho avances en la ruptura del ‘Código de Silencio’ establecido entre los propios policías para delatar actos de mala conducta entre ellos, y muchos han sido llevados ante la justicia, “las muertes recientes demuestran que queda mucho por hacer”.
“En una visión histórica a largo plazo, toma muchas décadas y varias generaciones asegurarse de que los derechos civiles calan dentro de todas las instituciones que durante siglos han sido dirigidas por la supremacía blanca”, valoró.
A raíz de los acontecimientos de esta semana, el legislador demócrata por Georgia e histórico activista por los derechos civiles, John Lewis, confesó temer que el país “esté retrocediendo” en sus logros.
Preguntado al respecto, Davenport advirtió que uno de los errores es precisamente tratar lo ocurrido como un asunto de derechos civiles, concebidos para la defensa del individuo, y no hacerlo como un tema de derechos humanos.
“Los derechos civiles se centran generalmente en la capacidad de las personas para existir y funcionar igualmente dentro de un estado o nación. Si bien esto es importante, sugeriría que fuera más importante centrarse en los derechos humanos”, explicó.
“Estos se refieren a los derechos básicos y se extienden a todos los seres humanos, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Uno de estos se refiere al derecho a no ser torturado, ejecutado o sometido a detención ilegal (…) Necesitamos no solo pensar en lo que las personas deben ser capaces de hacer o vivir, sino también en cómo son tratados”, concluyó.
EFE
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