“A mi jefe no le gustaba que yo llevara el pelo en una cola de caballo todos los días. ‘Poco profesional’. Tampoco mi cabello en una pañoleta ‘poco profesional'”, escribió la mujer en Facebook en una publicación donde explicaba que había decidido reportar el hecho como acoso laboral, dado que en la oficina no había código de vestuario más allá de usar “ropa limpia y planchada”.
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Su jefe decidió imponer entonces un código de vestuario en el que no estaba permitido usar tirantes, sombreros, sandalias, escotes, encaje e incluso “pañoletas culturales para la cabeza”.
Rivas decidió entonces reportar el caso a la Equal Employment Opportunity Commision, una oficina de EE. UU. creada para prevenir la discriminación laboral; mientras abrían la investigación, decidió ‘cumplir’ con el código de vestuario, aunque de una forma diferente.
La mujer, que es amante del ‘cosplay’, una práctica en la que alguien se viste como diferentes personajes ficticios, decidió asistir cada día al trabajo con un disfraz diferente, varios de los cuales incluían pelucas, lentes de contacto de colores y vestidos de licra, elementos que según la nueva directriz de vestuario, estaban permitidos en su oficina.
La publicación, que actualmente no está disponible en la red social, fue replicada por varios medios y, de acuerdo con el diario Metro, había sido compartida más de 19.000 veces hasta este lunes.
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