El expresidente Álvaro Uribe Vélez y Hugo Chávez tuvieron una relación congestionada por sus ideales políticos, aunque en reiteradas ocasiones se toparon por sus respectivos compromisos diplomáticos. Dichas reuniones también dejaron anécdotas, que el mismo Uribe rememora de manera jocosa.
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En entrevista con el abogado Abelardo de la Espriella en su pódcast ‘Defensor’, el expresidente recordó una de sus anécdotas en tiempos de mandato, después de haber sostenido una reunión con Chávez en el departamento de Antioquia, luego al que acudieron otros presidentes de la región.
“Había reunión de los presidentes andinos cerca de donde yo vivo, en el oriente de Antioquia. Yo le dije a un hermano mío, ‘Hombre, yo no tengo caballos muy buenos ahora, por qué no me ayuda para hacerles una exhibición de buenos caballos a los presidentes andinos’. Muchos, amablemente mandaron los caballos y mandaron un caballo fino, extraordinario”, dijo Uribe.
Cuál fue la apuesta entre Uribe y Chávez
Luego de que el equino arribara a la finca en la que estaban reunidos todos los dirigentes, Álvaro Uribe pidió el ejemplar que lo había maravillado y les dijo al resto de presidentes que daría dos vueltas sobre el caballo con un café en la mano y sin derramar una gota, idea que sorprendió a Hugo Chávez.
Uribe comentó en el mencionado pódcast: “Presidentes, voy a pedir prestado ese caballo y le voy a dar dos vueltas a este ruedo con un café en la mano sin derramarlo. Chávez me dijo ‘Uribe, tú no haces eso’”.
Ante el reto de Hugo Chávez, Uribe lo invitó a apostar unos barriles de petróleo y procedió a ensillar la bestia para empezar con el recorrido. Uno de sus ayudantes le trajo el café y este rebozaba la taza, pero el exmandatario no le rebajó ni una gota, pues quedaría mal ante los asistentes.
Finalmente, ante dicho caballo tan manso, Álvaro Uribe salió bien librado, ganó la apuesta y recibió la ovación del venezolano, incluso, al siguiente día le regaló un potro al mismo Hugo Chávez, aunque confesó que ese fue el único negocio que no cumplió, pues por sus diferencias nunca pudieron acordar algo.
“Cuando llegué a la tribuna, Chávez me dijo ‘Uribe, tú eres un centauro’, y le dije ‘No, Hugo, mi petróleo, mis barriles’. Al otro día fueron a desayunar a mi casa y yo la regalé un potro. Es el único negocio de la vida en el que quedé mal porque me insultaba tanto y yo decía ‘Qué se lo voy a mandar’”, puntualizó el expresidente colombiano.
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