Para ella, Samper Ospina tiene “más responsabilidad” en la “reducción de la mujer a mercancía en Colombia” que la educación católica, la jerarquía patriarcal eclesiástica y hasta el procurador Alejandro Ordóñez.
Sanín le tacha a Samper Ospina, a quien califica irónicamente de “liberal”, “enriquecerse y enriquecer a Semana con la revista SoHo”, en donde, según ella, “ni siquiera les pagaba a las mujeres por posar desnudas y en la que cada semana publicó durante años, y con la constancia de un fanático, contenidos misóginos”, escribe Sanín en la red social.
Asegura, además, que Samper Ospina supo hacer pasar esos contenidos, “con mucha astucia”, “por frescura, por cheveridad, y por ‘evolución’ en un país conservador”. También critica a las mujeres que han posado gratis en esa publicación.
“Ese negocito supo capitalizar muy bien el afán traqueto por convertir a las mujeres en objetos de consumo, con el beneplácito de todo el mundo, y contribuyó a la traquetización del país y a la diseminación de la mentalidad de violadores que hoy predomina”, remarca Sanín.
La malquerencia de Sanín hacia Samper Ospina es de vieja data y ha sido registrada, por ejemplo, por columnistas como Melba Escobar, en El Espectador, que escribió en mayo pasado, refiriéndose a Sanín: “[…] ¿Por qué no se puede discutir? ¿Por qué alguien recibe, por ejemplo, el apelativo de “pedazo de tocino”, cuando ella [Sanín] considera que no le está dando el trato que se merece? ¿No es eso matoneo? ¿No es eso amedrentar, silenciar? ¿No es ella acaso la misma persona que ha criticado a Daniel Samper Ospina por burlarse de las personas basándose en sus características físicas?”.
Pero Escobar va más allá y recuerda otras embestidas de Sanín, salidas de tono, contra otras personas: “A alguien que calificó como ‘flojo’ uno de sus videos en YouTube le pregunta: ‘¿Flojo como el esfínter de su mamá, o menos?’. A quienes apoyan las corridas de toros los convoca a que ‘vayan a que se los coma un travesti bien vergón’. Luego, refiriéndose no sé si a unas elecciones, comenta: ‘Va ganando ano firme, comezón glande’”.
En otra columna en el mismo diario, Sanín le admitió a Escobar que es agresiva, y explica que es una actitud que le resulta “sana en una cultura colonial en la que la expresión verbal de la rabia es locura, en la que la franqueza es inadmisible y en la que, en cambio, arreglamos los conflictos a bala, como caballeros”.
“No puedo sentir ni demostrar respeto por lo que no me merece respeto. Y creo que si todos fuéramos conscientes de que no tenemos que respetar cada babosería y mezquindad de cada persona, por más poder que ostente, viviríamos en una sociedad más justa, libre y feliz”, concluye Sanín en su columna respuesta a Escobar.
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