El encuentro con el empresario ocurrió a eso de las 11 de la mañana y la pareja de comunicadores (Alejandra Quintero y Carlos García) dice, en una carta publicada en Facebook, que le ofreció ayuda y hasta se comunicó con los números de teléfono que circulaban en redes sociales.

No obstante, “después de varios intentos no contestaron, por lo que (Alejandra) dejó un mensaje de voz con todos sus datos”.

“Lo que nos llamó la atención era que se veía que no tenía medias. Su ropa estaba arrugada y tenía el pelo desordenado. De cerca, notamos sus ojos cansados, rojos, pero al hablar estaba tranquilo y seguro de lo que estaba diciendo”, explicó Quintero a Caracol Radio.

La joven dice que cuando su esposo se acercó para decirle que la familia lo estaba buscando desesperadamente hasta en redes sociales, y que si quería lo llevaban a su casa, el empresario les dio una respuesta corta y siguió caminando hacia el sur:

Lo de twitter es un malentendido; yo estoy bien, tranquilos. Gracias”.

Sin embargo, unas tres horas después el cuerpo de Felipe Correa fue hallado sin vida en un andén de un edificio en la calle 53, en inmediaciones de El Campín.

Un joven, que dijo ser testigo de la muerte de Correa, contó a Canal Capital que vio cuando la víctima cayó desde un sexto piso. “Esta persona se arrojó y quedó ‘engrampada’ un momento en las cuerdas del alumbrado público. Luego, cayó al piso”.

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Con estos elementos y varios videos de cámaras de seguridad, en los que se aprecia a Correa caminado apresuradamente por la calle, la Policía trata de aclarar el misterio que rodea la muerte del empresario de 32 años.

Su esposa lo había reportado como desaparecido el martes en la noche luego de que no llegara a recogerla. Según la emisora, Correa hizo varios retiros de dinero, uno de ellos cerca de su lugar de trabajo: en la calle 93 con carrera 15, y después unas compras en un almacén de la calle 53.

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