La identificación del soldado, de 20 años, no fue divulgada por seguridad, pero los detalles de la denuncia que conoció El Tiempo dan cuenta de que los hechos ocurrieron el pasado nueve de mayo en una vivienda en Bosa, en donde vive el suboficial.
Según el relato del uniformado, que recoge ese medio, él estaba de permiso en Bogotá reunido con su familia cuando le informaron que debía presentarse en el Distrito Militar N° 3 en Kennedy, porque lo habían asignado como estafeta del sargento Dixon Velásquez.
El soldado narra que se reunió con su nuevo jefe y que después de intercambiar números de teléfono supuestamente lo invitó a almorzar. Terminado el menú, recoge el impreso, el joven asegura que se fueron para la casa de Velásquez, que tomaron cerveza y aguardiente y que al verlo en estado de embriaguez el sargento presuntamente lo violentó sexualmente.
El soldado declaró que denunció su caso en la Casa de Justica de Bosa, fue a Medicina Legal a que lo examinaran y luego a la Fiscalía, en donde se dio la orden para recolectar los datos del señalado agresor.
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Sin embargo, agrega El Tiempo, cuando fue a buscar ayuda de la Policía el uniformado que lo atendió y que fue a entrevistar al sargento aparentemente le trajo una propuesta para que no lo denunciara: “Veinte millones de pesos, reporte de conducta excelente y la libreta militar”.
Se supo, por este medio, que el suboficial ya fue trasladado a Arauca y que el soldado decidió no regresar a cumplir con su servicio militar. El abogado, por su parte, radicó documentos para justificar la deserción del joven.
Esta denuncia ya está en investigación por parte de la Fiscalía y del Ejército, institución que emitió un comunicado a través de la Brigada 18, en Arauca, en el que explica que “una vez se tuvo conocimiento del tema, este Comando dio apertura a la indagación preliminar, con el fin de constatar la veracidad de los hechos y establecer responsabilidades del caso”, reseña la Voz del Cinaruco.
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