Los murales, que hacen parte de la iniciativa ‘Diálogos convergentes’, están en los pasillos de la Biblioteca Nacional, en Bogotá (calle 24 # 5-60).
“Cada uno toca los aspectos más de arquetipo representados en la novela: el guerrero, la matrona, el tabú del amor, la violencia ligada a la historia de Colombia”, dijo a la AFP ‘Guache’, un diseñador gráfico de 36 años que desde hace más de una década se dedica al arte urbano.
El tríptico llamado ‘Espejismos de modernidad’ aborda facetas que los artistas consideran representativas de la novela de García Márquez.
“Cada muro explica un distinto tipo de dilema o, si se quiere, de problema nacional, por supuesto teniendo como base la condición humana”, agregó ‘Gaia’, un neoyorquino de 28 años dedicado también hace una década al arte callejero.
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Soledad contemporánea
A la historia de la familia Buendía ‘Guache” y ‘Gaia’ le agregaron un ingrediente personal: la soledad contemporánea expresada a partir de las nuevas tecnologías, con lo que están haciendo una reinterpretación para el siglo 21.
“Es una lectura muy literal del libro. Lo único que definitivamente creo que es aporte nuestro son los elementos que crean soledad en la sociedad contemporánea”, explicó ‘Gaia’.
En la pieza ‘La guerra’, dos gallos luchan por su vida bajo la ley de la espuela, pero su disputa parece no inmutar a un militar con cara de ave que tiene su mirada clavada en un celular.
En ‘El amor y la muerte’, una pareja expresa su afecto mutuo ante el revoloteo de una mariposa amarilla y la vigilancia impávida de una calavera rodeada de plátanos.
Y en ‘La mujer’, una matrona mira al horizonte mientras sostiene un ramo de flores amarillas. A su lado, una madre carga a su hijo y otra un cuadro de un avión. A las tres las ilumina un profundo cielo azul.
“Es el juego de la soledad y del escape de la realidad a través de la tecnología”, explicó ‘Guache’, que ha pintado en paredes de Europa, Estados Unidos y América Latina.
La magia del Caribe
El primer acercamiento de ambos autores a ‘Cien años de soledad’ fue en el bachillerato, un poco obligados por la disciplina de la academia y también por la curiosidad de ser el diamante más reconocido de Gabo.
“Es una novela que toca todos los temas de la condición humana y además tiene una cosa increíble, y es cómo la magia y la cultura del Caribe se ven expresadas en ese libro. Eso es lo que queremos representar un poco acá”, señaló ‘Guache’.
Cada una de las obras, con un estilo cercano al muralismo tradicional y que decorarán las salas de la biblioteca por al menos dos años, mide 13 metros de alto por 10 de ancho. Para ellas usaron más de 35 galones de pintura acrílica y casi 100 latas de aerosol.
Tardaron dos semanas en finalizar las ilustraciones, compuestas de manera conjunta y cuyo costo de cerca de 10.000 dólares fue financiado por la embajada de Estados Unidos, el ministerio de Cultura y la Alcaldía de Bogotá.
“En este proyecto en particular nuestros estilos se unieron muy bien”, apuntó el estadounidense, reconocido por sus obras realistas que encaran, principalmente, cuerpos y rostros humanos y animales.
‘Guache’, por su parte, se destaca por sus trazos de figuras con rasgos del campesino e indígena latinoamericanos.
“Esta obra es hija de su tiempo pero nos sigue mostrando la magia de nuestra cultura, la sin razón misma de lo que es vivir acá”, dijo el colombiano.
Por Rodrigo Almonacid – AFP
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