Andrés Felipe Álvarez y su novia, Lina Marcela Ruiz, son dos jóvenes vallecaucanos que lo dejaron todo para aventurarse por el mundo, y recientemente escribieron su libro ‘Renunciar y viajar’.
Pero lo que no se imaginaron es que un hombre, al que ellos llaman ‘el de los tres ceros’, compró uno de sus ejemplares que solo vale 53.100 pesos. Sin embargo, se equivocó y terminó desembolsando más de la cuenta.
“Era 12 de septiembre. Una revisión de Lina a la cuenta bancaria le daba vida a una de las anécdotas más increíbles que hemos vivido juntos: a uno de nuestros lectores se le atoró el dedo en la tecla cero. En lugar de pagar su libro en $ 53.100 –unos 18 dólares-, depositó en nuestra cuenta cincuenta y tres millones cien mil pesos por uno de nuestros libros. 18.000 dólares es una cantidad de dinero que nunca hemos visto”, cuenta la pareja en su blog.
Felipe y su novia se pusieron a hacer cuentas de todo lo que harían y comprarían con ese dinero:
“’La Jebi’ (un Renault Kangoo) nos costó unos USD 4.000 y por estos días no anda muy bien. Podríamos repararla. Podríamos hasta cambiarla. Tenemos una deuda considerable que adquirimos para pagar la realización e impresión de los dos mil libros de la primera edición. Podríamos pagarla”, resume la pareja, y dice que hasta se pensó en costear el viaje que tiene planeado para ir al Mundial de Rusia.
Pero sus principios pudieron más que la ambición y ahora cuentan lo que decidieron hacer con el dinero:
“Aquello sería transitar por la vida arrastrando un yunque de oro y nosotros preferimos andar livianos. Antes de que pudiéramos pronunciar esa cifra de seis ceros a la derecha, Lina estaba hablando con el dueño del dinero para hacerle saber su equivocación. Remataba la llamada con un ‘tranquilo. Hoy mismo tendrá su dinero de regreso. Ya vamos camino al banco’”.
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Lograron comunicarse con el comprador y el hombre, al que describen como joven, les contó que había sido un “empleado suyo el causante del error y que no tenía cómo agradecernos el gesto de honestidad”.
Pero Felipe y Lina aprovecharon el momento y le pidieron al hombre que si les ayudaba con otros libros, y la respuesta, según dicen en su blog, fue: “Sí, claro. De esa plata descontame otros 20 libros. Te los voy a ayudar a promocionar con mis amigos empresarios”.
Gracias a esta equivocación, la pareja de aventureros cuenta que ha vendido más libros de los que imaginaba, y que el hombre le obsequió un millón de recompensa.
El misterioso comprador resultó siendo un empresario del sector inmobiliario en Cali, que en entrevista con Noticias Caracol dijo que “es una maravilla porque hay gente en quien confiar, de verdad. Es increíble, unas personas que viajan por el mundo necesitan esa plata. Me parece muy buen gesto devolver el dinero. Ojalá todo el mundo fuera así”.
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