La joven, de 28 años, iba a iniciar su turno cuando se disparó en la estación de Policía. Así lo aseguraron las autoridades, citadas por Zona Cero.
La patrullera “se disponía a recibir tercer turno como jefe de información, reclamó el armamento de dotación, e ingresó al baño y se propinó un disparo en la cabeza”, manifestaron.
Rápidamente, sus compañeros fueron a averiguar qué había pasado. La encontraron baleada y la trasladaron al Hospital San Agustín, donde, infortunadamente, murió, indicó El Heraldo.
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Sobre las causas del suicidio, el portal señaló que, aparentemente, sucedió por “celos pasionales”. Argumentó que, en el baño, ella discutió por celular con su compañero sentimental.
Por el momento, las autoridades investigan el caso, añadió el periódico.
Igualmente, la cuenta de Facebook ‘Casos de Colombia y el mundo’ publicó una carta de la patrullera a su madre, escrita horas antes del suicidio.
En la misiva, Ospino Villegas dejó claro que no quería vivir más porque su vida era “un infierno”, y se despidió de sus familiares.
Esta es la carta:
“Mamá, te pido, por favor, que no estés triste. Desde hace años sabes que mi vida es un infierno y, pues sí, hubo una situación que fue el detonante para que yo tomara esta determinación.
Perdóname por no poderte ayudar tanto, como eran mis deseos, pero ya no tengo fuerzas para seguir.
Quizás sea un pecado lo que hice, pero, mami, yo necesito descansar. Quizás, Dios no tiene tiempo para ayudarme a solucionar mis problemas, y, de alguna manera, yo solo estoy acelerando lo que algún día tiene que pasar en la vida de cada persona.
Me duele el alma, sé que voy a causar un dolor grande, pero créeme que adonde quiera que yo vaya va a ser mejor que este largo sufrimiento.
No estés triste, piensa que yo me voy tranquila, que luché mucho, como dice mi papá, pataleé más que un gato boca arriba, pero ya estoy cansada. Por mucho que yo quiera seguir, siempre va a ser lo mismo.
A mi papá, dile que lo quiero mucho, que lamento mucho no haberlo visto. Les agradezco por hacer de mí una persona de bien. Como todo ser humano tuve mis errores, pero nunca le he hecho mal a nadie.
Reinel, te voy a extrañar, hermanito. Mi hijo, mi niño. Mi familia, solo les quiero decir que los quiero mucho y que nunca dejen la alegría. Si es la de Dios, algún día nos reuniremos.
Yo no he triunfado un solo día de mi vida.
Ángela Ospino Villegas”.
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