Pero un número, todavía indeterminado, de niñas combatientes, murió en el camino, indicó a la periodista María del Rosario Arrázola.

Sara, o alias Selena, su nombre de guerra, es una de las que sobrevivió al salvajismo al que fueron sometidas cientos de mujeres en las filas de la desmovilizada guerrilla de las Farc.

Me violaron hasta que me desgarraron”, relata la mujer que ahora es madre de 4 niños y que estuvo a punto de morir por negarse a abortar a la primera criatura que engendró en una de las muchas violaciones a las que fue sometida por casi 11 años.

Me amarraron, me quitaron la ropa, pero con un cuchillo (…) A los 15 días que me raptaron se cometió la primera violación sexual. Era un tipo gigante, me golpeó en la cabeza, perdí el conocimiento y cuando desperté, ya no tenía la ropa puesta. Tenía las manos arriba, amarradas hacia atrás a un palo y él estaba encima mío”, contó esta mujer de rostro duro que por momentos se quiebra para llorar la desgracia a la que fue sometida en uno de los tantos campamentos que tuvo esa guerrilla en el Magdalena Medio.  

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Ya uno se acostumbra a verles el rostro de porquería, pero cuando van a cometer todos esos actos sale todo ese veneno, ese sádico que está ahí”, recordó Sara Morales que, además, no se reservó para señalar a Judith Simanca Herrera, alias Victoria Sandino, de ordenar abortos.

Victoria Sandino ordenó muchos abortos, estuvo en muchos abortos (…). Dejó morir de hambre personas secuestradas porque no pagaron el rescate (…). “Teníamos compañeras que le hacían los legrados con alambres para sacarle los bebés”, comentó Sara que ahora intenta llevar una vida normal, lejos de la guerra, pero con las cicatrices de una década en la que fue abusada por el simple hecho de ser mujer.

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