Al final del partido contra Estados Unidos el miedo se apoderó de la gran mayoría de colombianos.
James Rodríguez salía lesionado de su hombro izquierdo y era incierta su presencia en los siguientes partidos de la Copa América. Desde ese momento se empezó a especular con cuál sería su remplazo y como cambiaría el equipo en su ausencia.
Se dijo que jugaría Dayro de enganche o que se modificaría todo el esquema y Marlos sería el reemplazo pegado en banda. Sin embargo, y contra todos los pronósticos, James jugó contra Paraguay y tuvo un partido estelar con gol, asistencia y una infinidad de lujos.
Desde el minuto 1 se vio a un James con una actitud totalmente arrolladora. Salió dispuesto a comerse la cancha. Agarró las riendas ofensivamente y fue el primero en hacer una presión alta al rival. Al minuto 12 de partido le dio un pase de gol (si, un pase más que un centro) a Carlos Bacca que con gran capacidad convirtió de cabeza el primer gol de los cafeteros.
Después de abrir el marcador, el equipo siguió metido en el juego de la mano de James y rápidamente aumentó la ventaja en el marcador, con un fuerte remate cruzado del jugador más indispensable de la selección. El primer tiempo finalizó con lo que fue una exhibición de firuletes, pases y caños del volante del Real Madrid. Pasaron 45 minutos de juego y para todo el mundo era evidente que James no tenía reemplazante.
En el segundo tiempo cuando el nivel de la selección general de la selección bajó, el de James siguió por las nubes y con su cuñado David Ospina fueron lo mejor del equipo. Él comandó los contrataques más peligrosos y por su incansable labor en la recuperación generó la expulsión del que era uno de los jugadores más peligrosos del elenco guaraní, Oscar Romero.
Colombia se clasificó a la siguiente fase de la Copa América Centenario y James poco a poco se ha ido reivindicando con el mundo del fútbol. Luego de una temporada difícil en la ninguno de los dos técnicos que pasaron por su equipo le dio la confianza necesaria, James está jugando como si su vida dependiera de ello.
Quiere demostrarle a los hinchas y a la prensa que lo critican, que no es ningún jugador sobrevalorado y tiene talento para ser titular en cualquier equipo del mundo.
Llevamos poco en esta Copa sin embargo, James ha demostrado que su nivel individual es superior al de la gran mayoría de jugadores de todas las selecciones y que si continua con este rendimiento espectacular, su equipo es un serio candidato a levantar por segunda vez un torneo internacional.
La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos.”
Eduardo Galeano (refiriéndose a los ídolos).
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