No tiene sentido acelerar la propagación de la enfermedad (que califica de inevitable) permitiendo que viajen allí 500.000 turistas potencialmente infectables, y que regresen a sus casas donde los mosquitos y la transmisión sexual provocará nuevos brotes, dice el doctor Amir Attaran, enunciándola como tercera razón para posponer los Juegos.

Luego (al enunciar la quinta razón) Attaran pregunta si es socialmente responsable o ético propagar una enfermedad, al recordar que hacerlo viola los mismos principios Olímpicos.

El Comité Olímpico Internacional escribe que ‘el Olimpismo busca crear… responsabilidad social y respecto por principios éticos universales fundamentales’”,

dice, señalando la monumental contradicción.

Estas son las otras 3 razones:

1. Cuando se declaró la ciudad un ‘ambiente seguro’ para los juegos no se contaba con cifras sobre el impacto de la enfermedad y, en realidad, el Ministerio de Salud estaba especulando.

Ahora, con aquellos datos disponibles, la situación no parece segura. Los casos de sospecha de Zika en Río de Janeiro son los más altos de cualquier ciudad de Brasil (26.000), y la tasa de incidencia es la cuarta peor (157 casos por cada 100.000 habitantes). En otras palabras: Río no está en la periferia del brote, sino dentro de su corazón”,

dice el informe, firmado por el doctor Amir Attaran.

2. La cepa viral del zika es más peligrosa que el virus previamente conocido. Este entró de la Polinesia Francesa en el 2013.

(…) Análisis ahora muestran que el riesgo de microcefalia (cerebro reducido en recién nacidos) se ha multiplicado por 53”,

dice el autor.

3.    La aceleración de la expansión del virus del zika por los Juegos hará más difícil “el ya urgente trabajo de inventar nuevas tecnologías para pararlo”. De acuerdo con el autor, la investigación ya está en camino y “son excelentes las posibilidades de que los científicos puedan desarrollar y probar una vacuna efectiva, una droga antiviral, un insecticida o un mosquito genéticamente modificado”.

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