Hacerlo regularmente puede hacer que se desarrolle un síndrome metabólico, que también puede subir significativamente los niveles de colesterol, azúcar y aumentar la grasa localizada alrededor de la cintura, informó Metro.
También se descubrió que largas siestas de 90 minutos pueden aumentar el riesgo de desarrollar diabetes hasta en un 50%, retomó el portal.
El informe surge como resultado de un estudio realizado por el doctor Tomohide Yamada, que estudió el registro médico de 300 mil personas alrededor del mundo que suelen tomar siestas de más de 40 minutos.
Los datos fueron claros y permitieron llegar a la conclusión de que el cuerpo no necesita más de 20 o 30 minutos de siesta para recuperar la energía necesaria para continuar con las labores cotidianas de forma correcta, pues hacerlo, evitando el exceso, puede tener efectos positivos.
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Otro estudio liderado por la investigadora Sara Mednick mostró que una siesta necesaria puede mejorar la memoria y el aprendizaje, retomó The Press Enterprise.
Los expertos recomiendan evitar tomar siestas largas y optar por dormir las 8 horas diarias recomendadas y, en caso de que los horarios no lo permitan, se puede recurrir a una corta siesta de no más de media hora para evitar desarrollar enfermedades que afecten la salud a largo plazo.
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