Los investigadores expusieron dos grupos de conejillos de Indias a niveles de sonido similares a los que experimenta el oído humano tras un concierto de rock durante una hora. Uno de los grupos recibió una dosis diaria de cafeína mientras el otro continuó libre de la sustancia, informa el McGill Reporter.

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Al día siguiente de la exposición al sonido, ambos grupos tenían el mismo nivel de pérdida auditiva, pero 8 días después el grupo que había consumido cafeína seguía experimentando pérdida auditiva, mientras el otro grupo se había recuperado casi por completo.

Los científicos aún deben ahondar más en estos resultados a nivel humano, pero están convencidos de que este estudio demuestra que es mejor esperar un poco para tomar café si ha estado expuesto a mucho ruido.

Aunque el estudio habla de la exposición al nivel de sonido de un concierto, otros eventos que produzcan altos niveles de volumen también pueden tener un efecto similar en el oído, por ejemplo trabajar en fábricas de automotores, en aviación, construcción, etc., añade Newser.

“Cuando el oído es expuesto a ruido muy fuerte puede sufrir de una reducción temporal de la audición conocida como variación temporal del umbral auditivo”, dice el investigador Faisal Salawi, quien explica que ese daño puede ser reversible después de las primeras 72 horas de exposición, pero si los síntomas persisten puede llegar a ser permanente.

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