Además de Uber, el gobierno chino aprobó nuevas regulaciones que legalizan definitivamente la actividades de su rival china Didi Chuxing y otras redes de transporte vía internet, informó la agencia oficial Xinhua.
La normatividad fue presentada este jueves y acaba con años de incertidumbre en los que Uber y Didi operaban de manera ilegal en el país asiático, ante las protestas de los servicios de taxi, según el medio estatal.
El ministerio de Transportes chino, del que parte la regulación, estipula que estas nuevas redes no necesitan tener su propia flota de vehículos, a diferencia de las compañías de taxi, lo que en la práctica les permite operar sin miedo a prohibiciones o investigaciones judiciales, como ha ocurrido en algunas ciudades del país en los dos últimos años.
Los conductores de estas redes pueden solicitar una licencia de operación y sus empresas serán responsables de que tengan la suficiente cualificación y los vehículos tengan las condiciones de calidad idóneas, señala el documento oficial.
También indica que los vehículos con más de 600.000 kilómetros u ocho años de funcionamiento ya no podrán usarse en estas redes de transporte y aclara que los conductores que hayan sido sancionados por actos violentos, consumo de alcohol, drogas o infracciones de tráfico no tendrán licencia para operar en ellas.
Las firmas de este sector deberán pagar impuestos y seguro de viaje para los pasajeros y tendrán prohibido llevar a cabo políticas agresivas de precios que puedan causar perturbaciones en el mercado.
La regulación también se dirige a las compañías tradicionales de taxi, a las que pide que reduzcan las altas tasas de operación que cobran a sus propios conductores y que unidas a la fuerte competencia de firmas como Uber o Didi han dificultado mucho el negocio de millones de taxistas en el país.
Esto ha llevado a conductores de taxi de diversas ciudades de China a organizar numerosas y agresivas huelgas en los últimos años, paralizando en ocasiones el tráfico de sus localidades durante horas o incluso días.
La regulación ha sido bien recibida por las firmas de búsqueda de vehículos vía internet. Didi subrayó, en un comunicado, que es “un paso histórico en la promoción de un desarrollo estable y sano de la industria”, mientras que Uber declaró que “muestra el reconocimiento y apoyo del Gobierno a nuestros servicios”.
Cerca de 100 millones de ciudadanos chinos (uno de cada 14 en la nación más poblada del mundo) solicitaron alguna vez un vehículo a través de su ordenador o teléfono inteligente en el año 2015, cuando la situación legal de este tipo de servicios aún no estaba clarificada.
En mayo, el gigante tecnológico estadounidense Apple invirtió 1.000 millones de dólares en Didi Chuxing, líder del mercado local de su sector con una cuota del 87 % gracias a sus 300 millones de usuarios, que contratan unos 11 millones de viajes diarios a través de su plataforma.