Su misión a largo plazo es una: hacer que el usuario se levante de la cama rápidamente, dejando atrás esos “5 minuticos más”; a corto plazo, el método es tan sencillo como efectivo: enviar corrientazos al ‘dormilón’ en caso de que aún no se haya levantado.
Sin embargo, el choque eléctrico es el último recurso del despertador, que tiene forma de reloj de pulso; en un primer momento, el aparato vibrará levemente cuando sea la hora de levantarse. En dado caso de que eso no haya pasado, un rato después el despertador sonará, y en caso de que el usuario siga sin salir de las cobijas, vendrá el corrientazo, explica Indiegogo.
De acuerdo con los creadores, el objetivo del despertador no es electrocutar a las personas, sino hacer que cambien sus hábitos. En ese sentido, el nombre ‘Pavlok’ no es en vano, ya que -seguramente, aunque no se explica- hace referencia al fisiólogo ruso Iván Pavlov, que formuló la ley del reflejo condicional o estímulo-respuesta.
Así, luego del algunas semanas de usar el despertador, los usuarios serán conscientes de que deben levantarse cuando el reloj vibre, al saber que después viene la siempre indeseable descarga eléctrica. Es una forma efectiva de educar el cerebro… y ayudar a los más perezosos.
La campaña, que aún recauda fondos en Indiegogo, ha logrado recoger cerca de 10.000 dólares, por lo que se espera que este mismo año se esté comercializando por un precio de US$ 99.
Este video (en inglés) explica el funcionamiento del curioso invento: